[ 𝑫𝒐𝒔 ]

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Albedo y Sucrose corrían por los pasillos, buscando desesperadamente la clase en la que iban a estar.

Sucrose había encontrado la suya, así que Albedo, con un folleto en la mano, estaba buscando su clase mirando el número de esta.

Al pasar en una de las clases, una voz muy familiar sonó, era la de Kaeya. En la sala de música.

-Ya te dije que la partitura no es así, sos pelotudo o te hacés.- Dijo el moreno enojado, mientras se quitaba la guitarra del cuerpo.

-Ash, me cuesta esa parte y lo sabes de sobra.- Dijo Thoma, uno de los amigos de Kaeya.

Albedo escuchaba toda la conversación por detrás de la puerta pero sintió que
alguien iba a salir y se fue rápidamente, para buscar su clase de una vez por todas.

[14:50 pm] hora del descanso.

Albedo estaba exhausto, se acostó en el césped junto a Sucrose y puso un brazo en su frente, tapando su cara del sol.

-Fiuuuuu, por fin ya es el descanso, ¡estuve esperando mucho tiempo!- La peliverde traía un bolso consigo misma, saca otra bolsita con un taper de sándwiches. -¿Querés uno?- Pregunta con la boca llena.

-No, gracias.- Quita su brazo y empieza a observar el cielo lleno de nubes de hermosas formas, algo inspirador para él. -No tengo hambre. Estoy preocupado, me tendré que quedar solo con Klee la semana que viene, mis padres de van de viaje de negocios por obligación. Además la universidad más por la tarde, tengo el curso de artes... no podré cuidarla- Suspira pesadamente, dándose la vuelta para ver a la peliverde.

-Yo me ofrecería pero... sabés que por las tardes tampoco estoy disponible... Aunque.. ¡Ya sé!- Entusiasmada deja de lado el taper apoyándolo en la bolsa, saca de su bolso un cuaderno y un lápiz. -Mirá se me ocurre algo, ¿qué te parece contratar a una niñera?- En su cuaderno, escribe lo que parece ser como un cartel.

-Bueno... no me parece mala idea pero.. no tengo dinero para darle...-

Sucrose ignora eso, mostrándole lo que hizo en su cuaderno.

-¡Mira! tal vez esto servirá, dice... "Se busca a alguien para cuidar a una niña por las tardes"-

Albedo ríe un poco para suspirar.

-Está bien...-

...

[16:30] hora de salida.

-Albedo, dictame mi número de teléfono, lo voy a poner acá.-

Albedo toma el teléfono de la peliverde y le dicta su teléfono lentamente.

-Bien, a ver si a la gente le interesa antes de tiempo..- Suspira para arrancar la hoja y pegarla con la cinta que sacó de su cartuchera.

...

-Mamá, papá, Klee ¡Ya estoy en casa!- Deja su mochila en el sofá y procede a tirarse en él-

-¡Albedo!- La pequeña Klee venía corriendo para tirarse encima del rubio, abrazándolo. Detrás venía su madre, una hermosa mujer de cabello rubio y ojos verdes.

𝑯𝒆𝒂𝒕𝒉𝒆𝒓 // ᵏᵃᵉᵇᵉᵈᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora