-Buenos días, ¿usted es el señor Albedo Ragnvindr?
-Ah, sí soy yo, ¿qué necesita?
-Bueno, le traigo un comunicado sobre sus padres...
-¿Están bien?
El señor de estatura alta, delgado con un traje negro y sombrero, se quita el sombrero y lo apoya en su pecho.
-Lo siento mucho...
-¿Qué?
Se quedó en shock, sin ninguna palabra, no le salían palabras nisiquiera podía reaccionar a ello.
-¿E-están... muertos?
El señor suspira y se queda en silencio por unos segundos.
-Me temo que.. sufrieron un accidente automovilístico. No pudieron salvarlos ya que, tuvieron heridas graves, el accidente fue hoy a las 10 de la mañana.
Albedo siguió sin reaccionar, no le salían lágrimas, no se esperaba para nada esto.
(¿Cómo le contaré a Klee?)
-Bueno, tengo que irme, el funeral será mañana a las 9 de la mañana. Esperamos su presencia.
El señor se puso otra vez el sombrero y se despidió del Rubio.
Albedo cerró fuerte la puerta, apoyándose en la puerta deslizándose hacia el piso, cayendo al suelo rompiendo el llanto.
Alguien toca la puerta, Albedo limpia sus lágrimas rápidamente y pregunta entre lágrimas..
"¿Quién es?"
-Soy yo Kaeya!
Albedo abre la puerta y se mueve a un lado para que no viera su rostro.
-Pasá...
Kaeya pasa y se sienta en el sillón.
-¿Albedo estás bien?
-Ah sí sí...-
Limpia sus lágrimas otra vez mirando para otro lado.
-Vos no estás bien, vení sentate acá conmigo y hablame de lo que te pasa.
Señala la otra parte del sillón para que se siente.
-Se te nota hasta en la cara.
-B-bueno es que.. Un señor vino y me comunicó de que, mis padres están muertos... Sufrieron un accidente automovilístico.
-¿QUÉ? CUÁNDO, QUÉ.
-Ayer, a las 10 de la mañana.
-Ay no puede ser... Oye tranquilo, sé que esto es duro, perder a tus 2 únicos padres.. ahora están en un mejor lugar.
-La cagás cuando querés ayudar.
-Cerra el orto, ¡por lo menos lo intento!
-Bueno perdón jaja..
Kaeya abraza al rubio.
-Me tenés a mí, ¿sí? yo, tu mejor amigo.
-Gracias, enserio. No sé qué haría sin ti.. Jaja.
-No es nada, te vendré a visitar todos los días entonces.
