Caput One

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Tal vez, la razón por la que he estado todo este tiempo buscando sin éxito lo que le falta a mi alma... es porque aún no existias.


Nakahara Chuuya siempre destacó entre todos los demás, el era el lobo más grande que todos y también el más fuerte, parecía que no tenía rival alguno; cuando se transformaba en lobo dejaba ver una hermosa bestia que parecía producto de la ficción, su pelaje era rojizo con degradado grisáceo... era similar si lo pensabas a un zorro

vivía en Etrano, exactamente la frontera entre Arginia... estaba completamente solo, aunque no significaba que fuera un rechazado, nada de eso, aunque los lobos eran unidos en manadas nunca se sintió cómodo con eso, prefería la soledad en ese aspecto pero eso no significaba que no tuviera sus amigos o relaciones sentimentales, especialmente con hembras aunque también había experimentado estar entre su mismo género; Justamente en ese momento el se encontraba con una hermosa chica pelinegra y un chico rubio, los cuales estaban durmiendo, Chuuya estaba en su cocina tomando café mientras miraba el clima por la ventana, era invierno y detestaba el clima pero lo admiraba en belleza.

Etrano siempre fue considerado un país húmedo y frío, Arginia era más templado pero eso no era lo que importaba. Salió de aquella pequeña casa rústica, sentándose debajo de un techado de teja sobre unos troncos de madera, todo era hecho por el mismo, no tenía el sustentó económico para permitirse comprar sillas más cómodas, pero realmente no le importaba, era feliz de ese modo y así se quedaría

-He estado mirándolo por una semana, es él- hablo el hombre de cabellos grises mientras que a su lado había otro hombre de cabello negro quien no parecía convencido

-Escucha Fukuzawa, no podemos fallar en ésto, necesitamos un representante de los lobos o de lo contrario van a querer matarlo y tú lo sabes perfectamente, si este chico no es quien pensamos nos mandarán a la horca ¿entiendes?- explico con poca paciencia, el de mayor estatura al escuchar lo obvio suspiro con fastidio -Eso ya lo sé Mori, pero ¿no creés que él podrá saberlo? ja' claro que debe, seguro es él, deja de ser tan pesimista, vampiro- dijo el hombre de cabellos blancos, vistiendo con ropa anticuada, el vampiro suspiro no estando del todo contento

-como sea, acércate, tu eres como él- dijo y el mayor suspiro acercándose poco a poco, con el vampiro detrás de él hacía aquel muchacho pelirrojo

a Chuuya solo le tomaron unos cuantos segundos para darse cuenta de que había alguien cerca y se puso alerta, sus sentidos estaban agudizados, sin embargo cuando observó a aquellos dos hombres se incorporó a la defensiva -¿quienes son? ¿que es lo que quieren?- cuestionó mirándolos seriamente, pudo percibir un aroma particular, uno era común para él, olía a todo un lobo, pero el otro era diferente y eso lo inquietaba.. sin contar que sus complexión física era diferente

el de cabellos blancos tenía la piel algo bronceada y un cuerpo más ancho, el pelinegro parecía más delgado pero aún así intimidante, se veía frío, sus labios estaban totalmente rojos y su piel pálida como la nieve -somos miembros del consejo real de Etrano, tenemos que decirte algo muy importante.- comento el lobo de cabellos blancos, Chuuya apretó sus labios mirándolos

-¿Que haría el consejo real aquí tan lejos del castillo?- pregunto, Fukuzawa se acercó tan solo un poco -Creemos que por tu sangre corren los genes de la princesa Iida y Aoki, necesitamos que nos acompañes al castillo para que el heredero al trono pueda verte- explicó con una voz calmada, Chuuya soltó una fuerte carcajada burlona hacia ellos, incrédulo de cada palabra que había dicho -¿que dices anciano? ¿yo producto del incesto? estás demente, aparte no pienso ver al príncipe arrogante y suicida como todos dicen, vayanse por dónde vinieron- exclamó dispuesto a irse hasta que escucho una suave risa, está provenía de la voz del vampiro -Mirate Fukuzawa, eres tan blando, ahora que lo escucho así tal vez si sea el descendiente que buscamos, es idéntico a Iida en carácter- se acercó a paso firmé de una forma tan rápida que Chuuya no pudo siquiera predecirlo

-Escuchame bien, pulgoso. Etrano necesita a un Rey para representar a los lobos y existe la posibilidad de que tú seas un descendiente directo, esto es lo que pasará, irás al castillo, el príncipe te verá y dará un veredicto, ¿entendiste? no permitiré que nuestro príncipe muera solo porque al perro pulgoso se le ocurrió no ir, así que ve por tus maletas y vámonos ya. ¿entendiste?- lo soltó con brusquedad estampando a este en el suelo, Nakahara bufo de irá intentando golpear al vampiro pero este evitó su ataque fácilmente -y para que lo sepas, niño, soy capaz de ver en cámara lenta tus ataques, no puedes conmigo ni en un siglo-

sonrió, el lobo blanco suspiró negando con la cabeza -eres totalmente una mosca ¿lo sabías?- El vampiro soltó una risa alejándose, dejando a los dos lobos ahí

-anda niño, no tenemos todo el día, no tienes opciones, debes de venir con nosotros, lo peor que puede pasar es que no seas quien pensamos y tengas que volver- Chuuya miro al hombre, este le transmitía cierta tranquilidad... aceptó entrando a su hogar y haciendo sus maletas, luego les dijo a aquellos lobos que estaban en su habitación que iría a Arginia por suministros y que volvería. Ahora estaba caminando con aquel lobo tranquilo y aquel vampiro sereno, Nakahara nunca había tenido la oportunidad de ver un vampiro en su vida, sabía que estos no eran muy comunes ya que básicamente se encontraban en un estado de extinción por su escasez

-antes...- murmuró él pelirrojo, ganando la atención de los hombres que lo acompañaban y luego continúo -antes dijeron que podría ser descendiente de Iida y Aoki.. eso quiere decir que la leyenda de los hermanos malditos ¿es verdad?- cuestionó, Fukuzawa asintió con la cabeza -lo es, cada parte de esa historia es cierta... inclusive los quintillizos de Iida, cuatro de ellos fueron lobos y solo uno fue un vampiro, los lobos fácilmente hicieron su descendencia en Etrano, pero los vampiros era más complicado.. los genes vampíricos son rudos y.. los vampiros que existen actualmente son un milagro- Chuuya pudo ver como el vampiro miraba a otra dirección, con una expresión melancólica por esas palabras

-Aun no entiendo... ¿eso significa que todos los vampiros y hombres lobo son producto del incesto?- Fukuzawa asintió con la cabeza, después miro al vampiro por un segundo -aunque, los vampiros no necesariamente... Ellos pueden multiplicarse por el "veneno" de sus colmillos, para eso ellos deben morder sus propias encías y traspasar su propia sangre al humano, el veneno los matará, pero si corren con suerte volverán a la vida inmortales. Los vampiros mestizos pueden exponerse al sol y controlar sus impulsos de hijos de la luna. A diferencia de un vampiro de sangre pura- le explicó, Nakahara nunca había tenido la oportunidad de saber tanto al respecto, aún estaba con muchas preguntas, deseaba saber cómo era la leyenda exactamente.. pero esperaba que hubiera algún momento para que sus dudas fueran contestadas

-si la vida del principe está en riesgo ¿porque no vino el mismo?- cuestionó, está vez el vampiro fue quien decidió contestarle al lobo rojizo -El no sabe que estamos aquí, aparte el príncipe está pensando en renunciar a la corona, cosa que es impensable. Nadie sería un rey más digno que él y... si tú eres quien pensamos nadie puede ocupar tu puesto tampoco, el destino de Etrano y de la supervivencia de ambas especies depende de un hijo de la luna y un hijo del sol- contestó con simpleza

-¿cómo es el príncipe..?- Fukuzawa sonrió suavemente -Lo sabrás cuando lo veas-.

𝑯𝒐𝒘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora