caput octingenti

108 7 8
                                    

aquella vez, esa misma que te ví por primera vez en el camino... estabas recostado ahí, dijiste que era el final..

pretendí creer que no, recordé la primera vez que me besaste.
Algo en mi interior está vacío, no deja que me ilumine, como un mechero sin gas.

Escuchó un grito desgarrador, justo como aquellos sueños del pasado que desde una eternidad se la pasában atormentando la mayoría de sus noches...

un grito, que no podía identificar con facilidad... el tono de voz le parecía familiar, pero no podía encontrar al dueño de la voz... casi siempre era el mismo sueño, alguien gritando, dolor, sufrimiento, tristeza, decepción, impotencia

sentimientos negativos que eran expresados ahí, en el sueño se encontraba en una habitación completamente oscura, descalzo y con ropa blanca bastante básica para su gusto, caminando de un lado a otro sin poder saber dónde estaba, pese a que todo era color negro por alguna extraña razón podía ver, pero no veía nada más que aquel color a su alrededor...

sus ojos se abrieron de repente, mirando así aquellos hermosos ojos azules mirandole bastante preocupado a decir verdad... -¿estas bien?- cuestionó, tomando suavemente su mentón para así inspeccionar su estado físicamente, notando que aparentemente todo estaba bien, sin embargo era capaz de notar esa respiración pesada y un poco agitada -solo tuve una pesadilla... es una muy similar siempre, alguien grita, pero no puedo saber quién es esa persona- murmuró un poco y enseguida soltó un suspiro, las manos del lobo acariciaron su cabello intentando tranquilizarlo un poco de aquel mal sueño, había notado que últimamente tenía bastantes pesadillas, por las noches murmuraba cosas y se movía de un lado a otro.

-Entiendo... tal vez deberíamos hacer algo para que puedas relajarte, antes vamos a comer ¿no tienes hambre?- le cuestionó, justo entonces Dazai pensó un poco en esa pregunta, llevaba casi una semana sin tomar sangre, de ningún tipo, claramente extrañaba el sabor y era importante para que sus habilidades adicionales de vampiro funcionarán correctamente, como cualquier otro ser en el mundo, necesitaba comer

-un poco- murmuró, Chuuya pensó un detenidamente ya que era conciente que a lo que Dazai se refería era al hambre de sangre -buscare un poco de comida para tí ¿si? espera aquí, descansa un poco- el castaño le sonrió y negó con la cabeza -no es necesario, puedo estar más tiempo así, mañana al amanecer nos iremos y comeré algo entonces, ahora puedo comer comida normal- le insistió pese a que Chuuya no estaba demasiado convencido por las palabras de su compañero, así que solo asintio con la cabeza

-esta bien, pero debes comer ¿si? perderás la energía que necesitas si no te alimentas bien- el castaño asintio con la cabeza

ambos se quedaron mirando un tiempo hasta que Chuuya soltó una pequeña risa -de nuevo, igual que aquella vez puedo sentir tu olor- Dazai se sonrojo un poco y negó con la cabeza avergonzado de la situación -estas loco- comentó, entonces el pelirrojo se acercó a él sonriendole

-se porqué empezaste a oler así, aquella vez no pude verlo pero ahora sé que tú hueles así porque te sientes tranquilo, cuando no te sientes en peligro- el castaño lo miro y reojo suspirando un poco

-antes que tú llegarás, la última vez que olí de esta manera... fue cuando Odasaku estaba aquí, antes que eso.. cuando mi abuela vivía- quisiera o no, Chuuya no había podido evitar sentirse celoso cuando escucho aquel nombre "Odasaku" sonar de los labios de su amado, no podía evitarlo, era un lobo, territorial, pura sangre caliente a diferencia de su chico, quien sabía que no decía aquellas cosas con una mala intención.. Comprendía a Dazai, mucho mejor que nadie, él también habia perdido a quién fue el amor de su vida

-dime algo Dazai- hablo de repente, solo entonces el principe vampiro supo que había cometido un error al nombrarlo, evitó decir algo y Chuuya prosiguió hablando -¿porque no has ido a salvar a Oda cuando ya tienes el poder del tiempo?- hubo un silencio considerable, sus respiraciones eran las únicas que se escuchaban en la habitación, solo entonces Dazai decidió hablar, soltando un suspiro antes -no lo he salvado... porque sé lo que implica hacerlo, él cambio mi vida cuando murió, me volví una persona diferente y... sé que no hubiera sido capaz de afrontar todo lo que está sucediendo ahora sí él estuviera aquí. Además... mi verdadero destino, es estar junto a ti, literalmente tu y yo hemos sido creados por los dioses para complementarnos-

𝑯𝒐𝒘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora