caput octavo

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pasado, presente y futuro.

-asi que tú nombre es Rampo..- comentó el príncipe, dándole una buena mordida a su manzana mientras observaba al lobo, Dazai estaba a la defensiva, era justificable, estaban en una guerra.

-Asi es, y tú eres el príncipe de Etrano. Dazai Osamu ¿me equivocó? no, por supuesto que no, con solo verte lo sé, también por tu ropa.- Dazai miro sus propias prendas, ciertamente era un poco obvio, pero el hecho de que supiera dónde se encontraba era un peligro, estaba lejos de la casa de Chuuya pero era un riesgo

-No príncipe, no soy miembro de la unión de los lobo, todo el mundo en Etrano sabe que el consejo de los lobos casi en su mayoría están ahora al mando. Ellos no saben lo que eso significa, pero yo sí lo sé, Etrano en 6 meses será leyenda si esto continúa.- al vampiro le sorprendió bastante el hecho de que conociera la leyenda de la pureza de la sangre al trono, ese chico... había algo diferente en él, algo que lo hacía completamente diferente a los demás, pero lo hacía similar a Fyodor y Mori en cierta parte.... -¿entonces que haces aquí, Rampo? ¿cuál es tu propósito? porque el hecho de que estemos hablando no es una simple casualidad, este encuentro es planeado- el chico con gafas ni siquiera lo negó, solo mantenía una sonrisa mientras comía una paleta de dulce

-vengo a ayudarte. Se que me necesitas, ahora que lo pienso... ¿porque estás solo? ¿que hay de tu guardia? ah... ya veo, estás cansado de ellos, ¿tiene algo que ver el príncipe hijo del sol?-

ahora Dazai sabía que era lo que volvía a Rampo algo similar a esos dos, la inteligencia y su capacidad de observación.

-¿tu que dices?- preguntó y le devolvió la sonrisa al lobo, este río un poco -asi que es eso ¿no?- cuestionó y el vampiro asintio con la cabeza -envidia- concluyó el lobo, entonces Dazai miro hacía el cielo -¿quien eres?- pregunto, el lobo sonrio -eres un principe, intenta adivinar.- lo retó, Dazai suspiro un poco

-ultimamente... no me gusta pensar... ¿sabés? bien.. veamos... perteneces al lado norte de Etrano, al verte así... eres de la familia Edogawa ¿no? tu familia desciende de Arginia- el chico con gafas asintio sonriendole por aquella explicación que le había dado el príncipe -¿dónde estará tu guardia real? ¿debería de adivinarlo?- Dazai al escucharlo entrecerró los ojos mirándolo atentamente de forma bastante seria tanto que incluso Rampo en ese momento sintió un ligero escalofrío, la presencia de la realeza, sin duda alguna

-uhm... sigues dudando de mí- vampiro asintio -eres un lobo, ni siquiera perteneces exactamente a Etrano, conoces mucha información sobre la familia real y el consejo de los lobos, evidentemente desconfío de ti- el lobo no lo saco de su pensamiento debido a que era entendible que reaccionará de aquella forma -necesitas recuperar el trono príncipe, tu junto aquel chico pelirrojo.. así Etrano seguirá siendo tal y como es, incluso en este momento si lo notas los días avanzan mucho más lento, todo está cambiando, alteza- Dazai le dió la espalda mientras pensaba un poco en sus palabras

-¿un chico como tu como podría ayudarme? si realmente quieres que confíe en ti, tráeme mis estudios, son algunos libros que tengo en el castillo- lo reto, sonriendo un poco justo cuando estaba dispuesto a irse escucho como algo caía al suelo, se dió vuelta mirando así aquellos libros que tanto había estado buscando, aún así aquel hecho solo podía hacer que dudará más de él....

-¿como...?-

-Dazai, soy de los descendientes de la guardia real de generaciones pasadas... Los Edogawa han servido a la familia real antes, Etrano ahora es mi hogar.. Si Etrano queda destruída toda la gente que vive ahí se irá o morirá-

el vampiro tomo sus libros observando estos mientras escuchaba las palabras del chico, estaba apunto de hablar pero entonces un montón de gritos se escucharon venir a lo lejos, Dazai suspiro colocando una mano sobre su cabeza mientras negaba -Se acabó la paz....- musitó, enseguida llegaron, Chuuya, Astushi, Akutagawa, Fukuzawa y Mori todos juntos mientras corrían a la defensiva, en un solo segundo todos se pusieron al rededor del lobo con gafas quien sonrió al notar aquella extraña situación

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