caput septendecim

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¿cuál es el inico verdadero de todo lo que conocemos? tan solo dame una señal... una señal de que no solo eres simple un invento de mi mente.

Ese día, el sol no salió.
El clima era nublado... parecía que dentro de poco tiempo llovería, el mayor de los dos príncipes de la noche se encontraba muy temprano, mirando las nubes en el cielo.

se pregunto a sí mismo si la idea de su predecesor al llevar a toda la guardia real era conveniente... se recordó a sí mismo, él cómo fue obligado a dejarlos morir, sin ninguna oportunidad se poder sobrevivir... tuvo un sentimiento miserable, demasiado.

¿cómo podría ver a la cara a sus amigos, a las personas que lo vieron casi desde que era un bebé después de que él los había dejado morir hace tantos años? tragó saliva, sintiendo la vergüenza y decepción atacarlo dolorosamente...

-Dazai-

la garganta se le secó, no estaba preparado psicológicamente para escuchar esa voz... se dió la vuelta lentamente, se encontró con Fyodor, quien claramente lo había confundido con el Dazai más joven, sin embargo cuando pudo ver esa cicatriz en su cuello producto de la guerra contra Fukuchi entendió rápidamente que no se trataba de su Dazai -Fyodor...- murmuró encontrandose con esos ojos púrpuras que desde hace una eternidad no había visto -estas.. idéntico... a la última vez que te ví- agregó con una suave sonrisa, mientras se acercaba lentamente a él, Fyodor lo observó sorprendido ante sus palabras, el había creído que así como Dazai y Chuuya el mismo también tendría una versión más mayor, pero tal parecía que no era así

-¿desde la última vez?- cuestionó el ruso, notando aquella forma en la que él principe lo mirará, justo como si se estuviera lamentando internamente...

-Si.. hace más de 300 años que no te veía.. ahora estás de nuevo frente a mí, en realidad yo... jamás pensé que esto pudiera suceder pero.. realmente me siento feliz de verte de nuevo- esas palabras habían puesto un poco inquieto al ruso, presentía que se estaba perdiendo de algo... definitivamente, deseaba descubrir que era exactamente.. -Por un momento, había... creído que habría versiones de cada uno de nosotros también, mayores por supuesto. Quiero decir, soy un vampiro ¿lo recuerdas no?-

el interrogatorio hacía el Dazai mayor había iniciado, cosa que para nada hacía sentir mejor al príncipe, nunca en su vida estuvo preparado para una conversación así, una conversación con las mismas víctimas

-la verdad es qué...- murmuro un poco, evadiendo su mirada y así observando el hermoso paisaje del bosque húmedo y frío frente a sus ojos, siendo imitado por el pelinegro; Lo diría, diría la verdad al menos de una forma suave y tolerable -la verdad es que... aunque realmente hubiera querido, no pude salvarlos a ustedes, fue como si simplemente no tuviera alguna escapatoria... cómo si mi yo del pasado, me lo impidiera- habló pero poco después volvió a mirarlo

-me alegra que Dazai los haya traído..- agregó poco después, Fyodor se acercó un poco al principe quien se sorprendió grandemente cuando observó su acción

-tienes exactamente su mismo rostro... eres más alto, como mi estatura, pero... cuando te escuchó hablar siento que estoy con una persona completamente diferente- El principe río un poco al escucharlo y suspiró un poco -bueno, he vivido más años que él, debe ser por eso. Pero... Dazai, él realmente si tiene el verdadero espíritu heroico, tanto él como Chuuya-

Fyodor estaba apunto de hablar, hasta que el vampiro más joven se acercó a él -¿espíritu heroico? ¿eso es lo que crees?- le preguntó el menor, a lo cual el contrario asintio con suavidad -estas equivocado... no es espíritu heroico, ser un héroe es diferente... ayudar a las personas por qué sabes que es lo correcto, no por obligación, ni por reconocimiento.-

una pequeña risa se escuchó provenir de los labios del vampiro, paseando su lengua con suavidad por su par de colmillos -Se que es un espíritu heroico, justamente.. eso es lo que Chuuya y tú son.-

hubo un silencio incómodo, mucho... incluso Fyodor sintió esa misma incomodidad, era bastante evidente esa sensación.. poco después el menor soltó un suspiro cerrando sus ojos momentáneamente -Ustedes entrenen a la guardia real, tengo el fuerte presentimiento de que será de ayuda. Mientras tanto yo y Chuuya iremos al último templo- se dió la vuelta mientras se alejaba poco a poco de aquellos dos

-ten fé, los héroes son recompensados con reconocimiento y éxito- lo ánimo, Dazai no detuvo su camino en absoluto, sin embargo.. lo que si hizo fue plantear en su mente esas palabras, murmurando para si mismo -Los héroes también son recompensados con olvido, sufrimiento y tristeza.-








Chuuya y Dazai se encaminaron al último templo, ubicado en la parte norte de Etrano contrario al castillo el cual se encontraba en el sur, las primeras horas fueron bastante calladas

cómo si ninguno de los dos tuviera la suficiente energía para hablarse, aunque ellos mismos fueran una pareja de monarcas, según los cálculos de Dazai llegarían a su destino en 3 días, en los cuales tendrían que ingeniar algo para poder sustentar su hambre y descansar adecuadamente

sobre todo porque Etrano estaba en cuenta regresiva, poco a poco se iba pudriendo... los colores de los árboles habían perdido esa vitalidad de colores que antes tenían, todo se veía tan gris y opaco... considerando aquellas extrañas bestias malvadas rondando con más libertad por Etrano, ya que el principe no estaba presente y por lo tanto significaba que la seguridad había bajado enormemente -mira, hay casas por ahí.. seguro habrá una posada donde podremos quedarnos- murmuró Chuuya a lo cual el vampiro asintio, finalmente rompiendo el hielo de alguna forma

-nos quedan dos días todavía..- murmuró el castaño, Chuuya le sonrió -Tranquilo, disfruta nuestro viaje antes de llegar al templo ¿si?- por alguna razón el simple hecho de verlo sonreír le había brindado nuevamente su sentido del humor, era notable... el ambiente de Etrano repercutaba sobre los sentimientos, sobre todo los del mismo principe

llegaron a aquel pueblo, la gente no era demasiada, ciertamente era una civilización relativamente pequeña; Tanto Chuuya como Dazai caminaban tranquilamente, pero siendo observados con suma atención.. Dazai tuvo que cubrir un poco su rostro para que los rasgos vampíricos no salieran a la luz, sería un verdadero problema que se supiera su origen y su misma especie -disculpen, estamos buscando una posada.. ¿conocen alguna?- como siempre, la amabilidad con la que Chuuya era capaz de expresarse les habían demasiadas puertas, cosa que Dazai nunca pudo realizar anteriormente en sus viajes -hay, una su nombre es medianoche.. seguro ahí serán bienvenidos- comentó aquella mujer que tenía en brazos a un pequeño niño, ambos agradecieron mientras que se dirigían a el lugar indicado

era acogedor, quizás no era un hotel de 5 estrellas, pero era un lugar que a simple vista mirabas que estaba verdaderamente limpio. Dazai se sintió bastante cómodo

el ambiente de la posada estaba inspirado en un barco pirata, los colores y decoraciones quizás humildes pero verdaderamente lindos era algo que destacaba, les dieron una habitación para ambos. Muy para su sorpresa era amplía, tenía cosas básicas para unos cuantos días ahí, ellos decidieron que quedarse un día y medio no les vendría mal

lo destacable es que esa posada tenía un lago, en el cual podrías ducharte por la noche o por el día, ya era el atardecer.. así que fueron a darse un baño al pequeño lago -este lugar.. aún con todo lo que esta sucediendo en el reino es lindo, como si tuviera esa escencia que Etrano tenía- comentó el principe, Chuuya pensó en las palabras del vampiro, ciertamente.. le vio mucho sentido

-tienes razón Dazai, es como sí este lugar haya podido sobrevivir a pesar de todo ¿no?- se acercó un poco al otro, quien observó con atención sus movimientos... entonces sus labios se tocaron ligeramente mientras sus cuerpos se mantenían cerca uno del otro -¿Me prometes algo Dazai...?- le susurró al oído, mientras sus manos se aferraban al cuerpo del vampiro, este al escucharlo se estremecio mientras que lo miraba de reojo -¿una promesa...?- susurró, Chuuya asintio con la cabeza

-prométeme que cuando todo esto termine... vamos a volver aquí, vendremos a nadar al lago- el vampiro me sonrió ante su idea y asintio con la cabeza

-te lo prometo- afirmó.

quise correr, quise poder alcanzarte y llegar hacia tí por el camino del sol... quizás estuve cercas quizás los segundos eran una maldición..

𝑯𝒐𝒘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora