Juego de sombras

Capítulo 69

[Hiruzen Sarutobi]

"¿Qué has hecho con Eiji, Orochimaru?" Preguntó, su tono no guardaba nada de su habitual naturaleza tranquila y serena. No, después de todo lo que le había sucedido a su preciosa aldea y a la gente en ella, después de todo lo que todavía estaba sucediendo a su alrededor, esto era lo último con lo que quería lidiar.

Había deseado que no fuera cierto, que su Anbu se hubiera equivocado de alguna manera.

Pero no fue así.

Cuando le dijeron que Eiji se había despertado, se sintió eufórico. Esa alegría murió rápidamente cuando el guardia que había colocado en la habitación del niño agregó que tenía el ojo de Orochimaru en lugar del suyo. Eso había hecho surgir temores de que había enterrado profundamente dentro de sí mismo desde el día en que Eiji había sido marcado.

Ahora, Hiruzen tenía que sentarse allí, mirando al niño en el que había confiado con su nieto sustituto acostado en una cama, como lo había hecho durante días. Se había visto obligado a saber que estaba allí, más marcado que algunos veteranos tan pronto en su carrera, por los errores que había cometido. Sabiendo que sus dos grandes cicatrices se debieron a los propios descuidos de Hiruzen, ambos a causa de su ex alumno, para agregar sal a la herida.

Además , ahora tenía que enfrentarse a Eiji, el chico que visitaba, conversaba y jugaba con regularidad. Hiruzen tuvo que mirarlo a la cara y ver que su único ojo visible era el de Orochimaru.

El Hokage ya tuvo muchos fracasos en su pasado, pero nunca fue más fácil enfrentarse a uno.

"Eiji necesita ayuda, Sarutobi."

De todas las cosas que Hiruzen esperaba que Orochimaru le dijera, esa no era una de ellas. Estaba especialmente sorprendido de que lo llamaran "Sarutobi" en lugar del ahora habitual "Sensei" burlón con el que a su antiguo alumno le encantaba insultarlo. Sin embargo, a pesar de lo sorprendido que estaba con eso, frunció el ceño. ¿Fue un truco o algo más?

"No soy Orochimaru, ni su Sombra," dijo quien poseía a Eiji. Sin embargo, Hiruzen estaba bastante seguro de que este era su alumno. Incluso sonaba como él, lo que lo convertía en una tapadera terrible. Sin embargo, eso podría ser intencional. "Soy Hachi, una construcción que Eiji se basó en la Sombra de Orochimaru que dejó la Marca. Se suponía que debía vigilar su Paisaje Mental y la Sombra misma".

Hiruzen parpadeó ante eso y se volvió hacia Inoichi, quien había venido para el interrogatorio, al igual que Ibiki.

"Es ... ¿Cómo lo hizo?" Preguntó Inoichi, claramente mirando fuera de su profundidad. Habría sido un indicio de un complot, si no fuera por la habilidad de Eiji para hacer cosas que nadie más podía hacer.

"Él quiso una copia de la Sombra y luego colocó tantas salvaguardas sobre mí como pudo pensar. Él las revisa regularmente y las corrige o agrega también", respondió el ser con calma. Era espeluznante, de verdad, escuchar la voz de Eiji pero saber que no era él. "Soy incapaz de ir contra Eiji, no es que lo haría de todos modos. Shade y yo le tenemos demasiado miedo para hacer algo".

"Perdóname si eso suena difícil de creer", respondió Hiruzen con el ceño fruncido.

"No lo sería, si hubieras visto lo que tenemos. Pregúntale al Yamanaka, aunque estoy seguro de que te ha informado del tipo especial de infierno que me espera a mí oa Shade en caso de que intentemos algo". impresionado con su desconfianza.

La referencia al Vacío como todos los que lo conocían parecían llamarlo, hizo que Hiruzen se detuviera. Era cierto que no estaba tan impresionado con eso como todos los que lo habían presenciado parecían estar. Sin embargo, después de ver sus efectos en Kabuto Yakushi, muy bien podía creer que era algo digno de respeto, como mínimo.