Juego de sombras

Capitulo 88

Eiji casi podía sentir a Hachi y Kage diciéndole 'Te lo dijimos' cuando regresó con ellos. Después de todo, habían estado dejando caer pistas de que estaba trabajando demasiado y preocupándose demasiado desde que llegaron a Iwa. Estuvieron de acuerdo con él en que era necesario, pero los dos también estuvieron de acuerdo en que aún necesitaba descansar, aunque fuera menos de lo normal.

El punto era que estaba disfrutando su tiempo en el paisaje mental, lo que funcionó muy bien para él, ya que esto era algo que tenía que hacer de todos modos. Dos pájaros de un tiro, por así decirlo. El hecho de que Tsuchi lo estuviera bombardeando con su alegría inocente también era una gran ventaja, obviamente.

En cuanto a lo que estaba haciendo exactamente, bueno, estaba pasando algún tiempo con el lobo de ocho extremidades que residía en él. Después de todo, Eiji había notado que la Bestia Chakra se había puesto un poco inquieta. Evidentemente, Kage y Hachi, junto con su mente mayormente tranquila, no fueron suficientes para evitar que ella se inquietara.

Por lo tanto, había decidido pasar un rato con Tsuchigumo corriendo por los bosques en los campos de entrenamiento. Evidentemente, funcionó de maravilla, si los sentimientos que recibió de aquí eran algo por lo que pasar. También estaba ayudando a su estado de ánimo, que también era genial. Ni siquiera se había dado cuenta de lo nervioso que se había estado sintiendo últimamente.

' Esto me trae de vuelta', pensó Eiji, recordando los tiempos en los que corría libremente por la aldea o atravesaba el Bosque de la Muerte. Ni siquiera fue hace tanto tiempo, pero para él se sintió como toda una vida. ¿Cuánto tiempo había estado saltando de un problema a otro? ¿Cuándo había comenzado todo a tratarse de peleas y misiones?

"Gracias, niña", le dijo a Tsuchigumo cuando tomaron un pequeño descanso. No porque estuvieran cansados, ya que literalmente no podían estarlo, sino porque correr constantemente no era divertido. Además, el lobo de gran tamaño parecía disfrutar tanto de ser acariciado como de correr, así que funcionó igual de bien. "Puedes llamarme si quieres hacer esto más a menudo, ¿sí? Mientras no estemos a punto o en medio de una pelea, debería estar bien. O puedes preguntarle a Kage o Hachi, si quieres". No sientas que es un buen momento", le dijo. Ella ladró y él tuvo una sensación de afirmación, pero Eiji se preguntó si había entendido todo lo que dijo.

Su nivel de inteligencia era extraño. Parecía oscilar entre niño pequeño y preadolescente. A veces había que explicarle las cosas lentamente y otras ella lo entendía todo de inmediato. A pesar de todo, ella era un encanto, ya Eiji le gustaba tal como era. Fue refrescante, en cierto modo, tener un alma tan pura en un mundo tan desordenado. También fue triste, porque Eiji sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que ella también fuera contaminada.

"Estoy bien, Tsuchi", dijo cuando la Bestia le hizo una pregunta. Había dejado que sus pensamientos se alejaran de él otra vez. "Solo pensando en lo maravillosa que eres", agregó, sonriéndole. Una sonrisa que se hizo más amplia cuando ella le envió su propia felicidad y orgullo.

Tenía que preguntarse, ¿cómo sería él, si no tuviera a Tsuchigumo? ¿Qué sería diferente? ¿Qué sería diferente si no tuviera a Kage o Hachi? Supuso que era una pregunta muy parecida a cómo sería si no tuviera a sus amigos. Uno para el que ni siquiera quería una respuesta, no la necesitaba. ' Una que no me quiero preguntar' , decidió.

"¿Qué pasa?" Fue su turno de preguntar, viendo que la Bestia Chakra se quedó en silencio, mirándolo fijamente. Fue uno de esos raros momentos en los que parecía ser mucho más inteligente de lo normal. Sus ocho ojos azules lo miraron como si tratara de sacarle conocimiento. Lo cual, considerando quién era ella, podría incluso ser literal.

Luego pisoteó, enviándole lo que quería decir sin necesidad de palabras o incluso señales.

Eiji parpadeó.