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Sábado, 1995

Después de un largo intento de separar a esos dos, más que todo al rubio. Quien era el causante del suceso.

Se encontraban ya todo como antes, sentados, y con dos de ellos con hematomas que se empezaban a notar, aunque uno estaba más golpeado que el otro.

- Ay Malfoy lo que causas - le decía el azabache revisándole la cara.

- ¡Tampoco era para tanto Draco! - chillo Theo todo lastimado.

- Si no hubiera sido por tu novio y Potter estarías peor, así que no te quejes.

- Ya paren los dos de una vez - Neville se encontraba muy preocupado.

- Si padre - su hija se acercó - no era para que hicieras lo mismo que James.

- ¿De qué hablas Draconis? - Harry miró curioso a la chica.

- Es que James hins mmm- su hermano le tapó la boca antes de que hablara.

- Nada papá, no hice nada - la menor le mordió la mano para que la soltara.

El último Potter no se la creyó y miró a su hija.

En un débil susurro le comunicó.

- Me cuentas después - la contraria solo asintió.

- Creo que es momento de hacer los polvos, Cissy - intento cambiar el tema.

- Si, creo que si - siguiéndole la corriente se acercó a los dos niños - estos revoltosos se están quedando dormidos.

- A ver deja, yo los llevo.

- Malfoy tu lleva a Albus, yo llevaré a Scorpius - el de orbes esmeralda se acercó.

Asi fue como se pusieron en camino hacia el aula de pociones.

××××××××××

Se hallaban ya a mitad de camino, los dos futuros padres atrás de todos sin conversación alguna todo lo contrario a los demás. Que parecían bastante cómodos al lado del otro, además de estar en una conversación amena y como si la enemistad nunca hubiera existido.

¿Raro?

Demasiado, pero acostúmbrense así eran en el futuro.

Los hermanos sólo veían divertidos a sus padres o bueno de reojo, no querían incomodarlos más.

Los dos adolescentes sólo se fijaban de los niños que llevaban en brazos o eso querían hacer, pero las manos que se rozaban cada dos por tres se interponían.

Que frustrante.

Solo era algo simple, agárrense de las manos y ya se acabó.

Y eso fue lo que hicieron, haciendo que al rubio se le escapara una sonrisa y el moreno se sonrojara y desviará la mirada.

Hasta que por fin lo hacen.

Pero bueno no todo era tan tranquilo, siempre debía salir algo mal.

Siempre debe de haber más drama ¿no?

- Señor Malfoy - la voz los heló por completo a los dos rivales - y... ¿Señor Potter? - incrédulo sí que se encontraba.

Los dos aludidos voltearon, el profesor ya pensaba que estaba alucinando y se encontraba en otra dimensión.

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