Polos Opuestos

Capítulo 29: La conexión de Madara y Sasuke

Sasuke llegó a la guarida de Taka al amanecer. Quedaba un día para que Tobi y Madara se presentaran a buscarle y tratar de que participara en la guerra, pero él ya había decidido que no quería ser una marioneta por más tiempo.

Se adentró en la cueva, en busca de sus compañeros, pero no había nadie allí. La estancia, alumbrada por algunas velas aún, estaba completamente desierta, y los jergones de sus compañeros estaban deshechos, pero también vacíos.

-¿Suigetsu?-preguntço, tratando de encontrar alguna respuesta-¿Juugo?-seguían sin oír nada-¿Karin?

De pronto un gemido de alarma lo sobresaltó. Se giró rápidamente y entre las sombras vio a su compañera maniatada y con una mordaza en la boca. Iba a dirigirse a ella para liberarla cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza y cayó al suelo mareado. Karin volvió a lanzar un gemido, alarmada por la situación, e impotente de no poder ayudarle.

Sasuke estaba tendido en el suelo, veía borroso y la cabeza le daba vueltas. Se llevó la mano a la nuca y descubrió que sangraba, pero de pronto el ojo izquierdo comenzó a arderle de dolor, y entonces sintió justo detrás de él esa horrible presencia. "Maldita sea! pensó el Uchiha, "se han adelantado".

-Ha sido muy idiota por tu parte intentar traicionarnos Sasuke-dijo una oscura y sombría voz-primero intentaste que no regresara con todo mi poder, cosa que no has conseguido del todo... y ahora quieres marcharte sin ni siquiera despedirte...

-Suéltalos...-decía un débil Sasuke que se sentía preso del sharingan de Madara, tratata de resistirse, pero su nivel era muy superior y apenas conseguía manterner la cordura-ellos no tienen nada que ver con esto...

-Claro que tienen algo que ver-replicó Madara, poniéndose al lado de Karin y mostrándose ante Sasuke-verás... me robaste mi fuente de energía, esa chica, cuyo chakra debía ser por completo mío, fue arrebatada de la máquina de extracción... Resurgí de nuevo, pero no con todo mi potencial... estos días he estado robando el chakra de ninjas para poder reponerme, y he encontrado esta mañana el último que me quedaba...-y señaló al rincón de la guarida, Sasuke miró con pesar hacia allí, y descubrió el cuerpo inerte de Suigetsu.

Karin ahogó un llanto, y Sasuke apretó los puños con fuerza, maldiciendo a ese maldito bastardo.

-¿Por qué crees que ordené a Tobi que te mantuviera con vida después del enfrentamiento que tuviste con el ninja de Konoha?-preguntó entonces Madara, sobresaltando a Sasuke.

No se había parado a pensar en aquello, supuso que Akatsuki lo quería entre sus filas, pero la pregunta del líder del clan Uchiha inducía a otra respuesta.

-No eres indispensable para ganar esta guerra, ¿sabes?-comenzó a decirle-yo solo me basto para destruir la villa y comenzar el genjutsu definitivo... ¿Por qué sigues vivo entonces?

-¡No lo sé!-gritó Sasuke desesperado. El dolor del ojo, aunado con las alucinaciones que estaba sufriendo por la técnica de su adversario lo estaban volviendo loco.

-Te lo diré, ya que vas a permanecer encerrado el resto de la guerra. Pensaba incluirte en el ejército, pero debido a tu cambio de opinión, serás castigado duramente-dijo Madara con una sonrisa sádica.

Sasuke intentó ponerse en pie, pero Madara endureció el jutsu y le hizo caer al suelo de nuevo.

-Eres el heredero de mi alma-dijo Madara-una parte de ella vive en ti. Si acaban con este cuerpo mortal, podré volver a resurgir gracias a ti... si mueres, acabamos con esa posibilidad de sorprender al enemigo.

El corazón de Sasuke dio un vuelco al oír esas palabras. Ahora comprendía por qué podía sentir a Madara, por qué sabía cuándo estaba enfadado, cuándo mataba... sus ojos estaban en conexión, pero no entendía cómo.