𝓤𝓷 𝓐𝓶𝓸𝓻 𝓟𝓸𝓻 𝓒𝓸𝓷𝓿𝓮𝓷𝓲𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪

Capítulo 14

Sakura:

Abro los ojos pesadamente, siento que la cabeza me va a estallar en cualquier momento, me siento y al ver que estoy en mi habitación trato de recordar lo que pasó el día anterior.

En eso recuerdo que llegué y me le insinue a Shaoran de una manera que…

—Oh por Dios que hice—murmuro asustada, veo mi atuendo y estoy en pijamas—¡No puede ser!

Me levanto rápidamente pero al hacerlo tengo un mareo que me regresa nuevamente a sentarme, estoy avergonzada y sonrojada, como diablos permití que Tomoyo me diera de tomar tanto. Aún recuerdo sus palabras mientras me tomaba copa tras copa:

Seducelo y verás que caerá en tus brazos.

Me doy un golpe en la cabeza, como me deje influenciar por sus consejos, es cierto que me gusta demasiado mi esposo, que tiene un cuerpo increíble, que es tan guapo y muy asediado por el público femenino pero de ahí a seducirlo y acostarme con él pues…

La puerta se abre y rápidamente me tapo hasta la cabeza con las sábanas, y ahí lo veo, al causante de mis locuras y emociones inestables, está tan apuesto cada día, la ropa casual le queda tan bien que no sé cuánto tiempo podré resistir a esta tentación que quiero probar.

—Buenos días, ya despertaste—esta con una charola llena de un delicioso desayuno—. Seguro que te duele la cabeza, tomate la pastilla junto con el jugo de naranja.

—Gracias—susurro avergonzada, agarro el jugo junto con la pastilla y me lo tomo de golpe, sus ojos ámbar me miran sin pestañear y eso me pone muy nerviosa—. Oye, lo que haya pasado, en verdad lo siento yo…

—Según tú¿Qué ha pasado?—su sonrisa traviesa me descoloca y pone pálida—¿No recuerdas?

Abro y cierro la boca en señal de no saber que decir, acomoda mi cabello con dulzura que inconscientemente pegó mi mejilla en su palma, lentamente se acerca y susurra en mi oído algo que me alivia pero a la vez me decepciona:

—Descuida, no ha pasado nada entre nosotros, no aún—me sonrojo y paso saliva, entonces no hice ninguna tontería, pero las cosas que le dije, si las recuerdo—. Todo lo que me dijiste, quiero que lo hagas cuando estés sobria.

—Yo...lo siento—bajo la cabeza, quiero que la tierra se abra y me trague—. No lo tomes enserio.

—Ya lo veremos—sonríe, me da la charola—. Estas con el tiempo justo para ir a la universidad. Anda come.

Recuerdo el día anterior y muerdo mi labio, estoy en un dilema en si contarle que esa mujer está ahí, o resolverlo yo sola. Al final decidí hacerlo, tarde o temprano se enterará y quiero que lo haga por mi.

—Oye, hay algo que debo decirte—esta atento y en espera de que le diga—. Warnia Fukuy es mi profesora de matemática cuántica y estadística.

Frunce el ceño y se levanta de la cama, muerdo mis labios, está molesto, su cuerpo rígido me lo demuestra. Me mira fijamente acercándose a tomar mis manos, para luego besarlos con cariño y sonrojandome por eso.

—¿Te ha hecho algo?—pregunta con su mirada intensa—. Dime si está molestándote, con una llamada puedo hacer que la saquen de la universidad instantáneamente.

Parpadeo perpleja, nunca imaginé que el poder de Shaoran fuera tan increíble. Niego con mi cabeza y le sonrió transmitiendo tranquilidad, mientras esa mujer no haga algo en mi contra llevaremos la fiesta en paz y la ignorare.

—No me ha hecho nada, te quiero pedir que me dejes arreglar este asunto—resopla molesto—. Si se sale de control, prometo decírtelo.

—No lo sé, esa gente es muy peligrosa, el día de ayer su padre llegó con muchos matones a la empresa—abro los ojos con sorpresa, eso no se escucha bien—. Por ello tendrás guardaespaldas Sakura.