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Después de 3 años de amistad entre un apuesto castaño y un angelical rubio ,su amistad se volvió tan grande, se confiaban todo. Pero había algo que no se decían : los sentimientos que sentían mutuamente. Después de conocerse ,ambos sentían una conexión inexplicable en ese instante ,ambos sentían mariposas en el estómago, explosiones de emociones, sin embargo, no se lo decían. Ambos tenían el mismo miedo : rechazo. Pero solo el destino sabría juntarlos a ambos.

—¡Cooper! ¡Cooper! ¿Dónde estás?— gritaba Jace en medio del bosque.

Recordaba a la perfección el lugar donde siempre se encontraban, y estaba no sería la excepción. 2 Semanas, 2 semanas en las que el castaño no veía a Jace, 2 semanas en las que no le escribía ni llamaba, 2 semanas en las que la ansiedad carcomia al rubio, 2 semanas en las que se cuestionaba cada noche el porqué del que se alejará.

— ¡Cooper ,por favor responde! ¡¿Estás aquí?! ¡Cooper!

El rubio no dejaba de gritar,su garganta se desgarraba más a cada grito ,gotas saladas amenazaban con salir de sus cristalinos ojos ,hasta que escucho un sollozo,cerca de aquel árbol grande que proclamaron como suyo.

—¿C-Cooper? ¿E-Eres tú? —dijo entrecortadamente—.

Y fue que lo vio. En medio de lágrimas, su cabello castaño hecho desastre,su piel más pálida, cuerpo delgado y tembloroso, ni siquiera se había dado cuenta de la presencia del rubio.

—Cooper, Coop,mírame, estoy aquí. Siempre estaré aquí —dijo Jace suavemente —.

—¿J-Jace? —dijo a duras penas el castaño—.

—Cooper, por Dios ,me asustaste. Me has preocupado, no me contestaste las llamadas ni mensajes, no has ido a la escuela, fui a tu casa y tu madre me ha dicho que no estabas y que saliste desde la mañana. Coop, dime ¿Qué sucede?

—Yo... yo no lo sé. Solo-solo no he dormido bien ,no he tenido apetito. Y- y lo último que recuerdo,fue haber corrido sin rumbo alguno. Y llegué aquí. No sé. No sé qué me sucedió.

— Coop, ¿Has- Has tomado tus antidepresivos?

Un asentimiento.

—¿Los has tomado con moderación?

No hubo respuesta.

— S-solo los he tomado, pero ya ni siquiera he contado cuantos bebó por la noche. Mis "ataques de ira" ,según mi madre han sido más. — dijo el castaño muy bajo . Susurrando—.

— Me he preocupado y pensé que estarías aquí,—dijo el rubio ,tratando de cambiar el tema— me alegra haber tenido la razón. —dijo poniéndose ala altura del castaño ,mientras soltaba un leve sonrisa —.

—J-Jace, debo...debo decirte algo. Y sé, sé que no es el mejor lugar o momento de hacerlo ,pero se que después, me arrepentiré de no decirlo ahora.

—Dime ,Coop —dijo el rubio  manteniendo su sonrisa —.

—Te quiero demasiado. No como un amigo o hermano, sino más allá de ello. Tú-tú has sido el único que me ha visto en cada uno de mis malos ratos ,en mis lágrimas y risas, en mi ira y felicidad. He sentido un paraíso a tu lado y ,se que este lugar en el que estamos ahora ,es el adecuado para decirte esto ,ya que siempre hemos dicho que es nuestro pequeño escondite ,más yo no lo he sacado el provecho para que tu lo tengas de la forma que mereces. Jace ,yo te adoro. S-solo eso me ha confundido, no quería huir para hacerte sent...–

Un beso. Un ligero beso. Cerca de ser sólo un rose de labios ,lo hizo callar. Lo hizo subir al cielo y tocar el cielo en cuestión de unos segundos. Lo hizo sentir un millón de mariposas revoloteando en su estómago. Lo hizo sentir que sus mejillas ardían y se coloreaban rápidamente. Lo hizo sentir que su corazón dio un vuelco de sobremanera y sentir que el mundo se detenía. Lo hizo sentir que tocaba una nube aterciopelada y delicada con miedo a romperla.

—Coop,s-solo ,solo. Cállate. —dijo el rubio con las mejillas rojas y una leve risilla— Tú. Tú también me gustas ,y más allá de lo que una vez pude llegar a pensar.  Quiero que este lugar, sea solo nuestro ,quiero que el mundo se detenga y que solo seamos solo nosotros en él. Quiero que te quedes conmigo hasta que mi vida se acabé. Quiero que tus ojos solo se fijen en mi ,como los míos lo hacen en ti. Quiero que sepas que te quiero y adoro de sobremanera, Cooper.

El castaño soltó un jadeo junto a una sonrisa. Ligeras lágrimas de felicidad caían de sus ojos ,al igual que en el rubio. Ambos se habían confesado su cariño mutuo. Ambos estaban entregándose de una forma muy pura y especial, sin tener que llegar a la intimidad. Ambos se amaban a más no poder y ambos ya lo sabían.

—Dime ,¿Te parece afirmar nuestros sentimientos con un segundo beso? —dijo el castaño tímidamente mientras reía —.

—Me parecería perfecto, joven Barnes.—dijo el rubio soltando un risa—.

Ambos sentían un remolino de emociones en su interior. Jace sabía que de ahora en adelante, debía cuidar más de Cooper. De ahora en adelante todo cambiaría. Para bien ,como para mal. Pero, mientras ambos siguieran juntos,todo estaría mejor.

—¿Te has dado cuenta que ya es tarde ,Jace?

—Si,ya han empezado oscurecer. Mira,solo ha salido una estrella en el cielo.

—Pídele un deseo.

—¿Porqué haría eso?

—Dicen que cuando sale la primera estrella en el cielo,debes pedirle un deseo y este se cumplirá.

—Deseo que ambos le mostremos nuestro amor al bosque,mientras vemos las estrellas.

—¿Eso quiere decir que quieres que seamos pareja? Yo había querido pedirtelo—dijo el castaño con un ligero puchero—.

—¿Te parece si digo qué si,ahora?

—Me parece bien.—dijo el castaño mientras reía junto al rubio—.

Ambos se recostaron junto a su gran árbol, mientras más estrellas despertaban en el cielo. Iluminando la oscuridad junto a la Luna.

Las estrellas en el cielo ,me recuerdan a las pecas en tu espalda.—dijo el castaño mientras apretaba ligeramente su mano que sujetaba la del rubio.

—¿Enserio? De todas las cosas en el mundo, ¿Las estrellas te recuerdan a las pecas en mi espalda?—dijo el rubio mientras soltaba una risa a lo último —.

—Si, las pecas que tienes ,son como estrellas, que al unirlas ,se convierten en bellas constelaciones que solo tú puedes llevar.

El rubio se sonrojaba con cada palabra dicha. Ambos se vieron fijamente mientras el silencio reinaba y se sentía bien. Un bello silencio junto a sus miradas plasmadas en las estrellas ,mientras sus manos seguían entrelazadas.

Si tan solo las cosas se hubieran mantenido así de mágicamente especiales.

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Amor en el Olvido - Henray Donde viven las historias. Descúbrelo ahora