Save me || Pablo Gavi.

6. El duro recuerdo

Capítulo seis.

El duro recuerdo.

PASADO.

22-04-2012.

Primavera.

Ni frío ni calor.

Un tiempo a gusto, en el cual no hace falta ni ir como muchas capas de ropa ni con pocas.

Mamá solía decirle a Dalia, que la primavera era la mejor época para la moda, en el cual podías combinar prendas largas de invierno y prendas cortas de verano.

Dalia, mama y papá siempre estaban juntos ¿Y yo?, yo era la excepción.

Al menos tenía a Nana.

Ella era la limpiadora y encargada de la casa, era la empleada en que confiaba más papá.

Llevaba trabajando aquí antes de que yo naciera.

Ella era una mujer muy apañada, y muy inteligente. Era mayor, de pelo gris, pero sin apenas arrugas.

Su verdadero nombre era Ángela , pero desde bien pequeña estaba acostumbrada a llamarla Nana.

Fue mi única compañía desde mi infancia, con la que pasaba más tiempo y más me reía. Ella era la que cuidaba de mi.

Siempre que podía me daba pequeños regalos que para mi significaban muchísimo.

—Vamos Lara, lávate las manos que ya tienes la cena lista.

Asentí con la cabeza y hice lo que me ordenó, me lavé las manos con jabón y me senté en una mesita que había en la cocina.

Mientras ella terminaba de lavar los platos yo empecé a comerme el filete de pollo que me había cortado ella.

—Nana.

—Dime pequeña.—contestó ella.

—¿Estarás para siempre a mi lado?—moví mis labios hacia un lado.

Ella suspiró—Lara, yo... no puedo prometerte eso.

—¿Por qué no? —dije curiosa.

—Porque las personas no son eternas.

—¿Y sino lo son? ¿A donde van después?—me metí un trozo de filete.

—Se la lleva la muerte.

¿La muerte?

—¿Que es eso?

—Cuando una persona deja de respirar, su corazón no puede más, su alma desvanece y solo queda su cuerpo. Nunca más lo podrás volver a ver.

—¿Eso le pasa a todo el mundo? —dije.

—Si—Nana contestó.