Capítulo dos.
¿Nuevo destino?
Aún con la respiración acelerada, sentí como la puerta de mi habitación, se habría de golpe.
Mi padre aparecía tras ella, como siempre, con un tono serio, siempre que se refería a mi.
—Prepara una maleta, con bastante ropa para una semana.
—¿Por qué?—pregunte, curiosa.
—Agh, ¿siempre has sido así de pesada?—se llevó una mano a la cabeza—¿No ves que es tan obvio que nos vamos fuera durante una semana?
—Si, pero...—él me interrumpió.
—Cállate y haz la cosas de una vez.—se dio la vuelta y salió por la puerta mientras susurraba algo—¿Porque no abortamos?, deberíamos haberlo echo.
Y tras eso cerró la puerta de golpe.
Hice la maleta en silencio, ya me había acostumbrado a que me digan esas cosas, metí lo básico, como lo es unas cuantas sudaderas, pantalones deportivos, y vaqueros anchos y estrecho. Había algún que otro vestido, por si de repente, a mis padres le da por hacer una fiesta, como siempre ocurre.
Ya era de noche y no escuché a mi madre avisarme de bajar para la cena, así que como mi estómago rugía del hambre, decidí bajar a ver que pasaba.
Al llegar me encontré con la misma situación que últimamente me estaba pasando, ellos estaban comiendo, mientras alababan a Dalia, sobre su baile.
—Ups, pero si bajo la cenicienta—dijo Dalia.
Vaya, ya empezamos con los motes, desde pequeña, un día cuando vio la Cenicienta, se pensó que yo lo era por ayudar a Ángela.
—¿Quieres comer?—dijo Dalia mientras que me enseñaba su plato.—Pues toma.
Agarro el puré que estaban comiendo y me lo lanzo a la cara.
Ella empezó a reírse a carcajadas.
Mi madre bajo el vaso del cual bebía agua.—Dalia, hija, no deberías tratar así a tu hermana.
Mis ojos se iluminaron ante sus palabras.
—Hazlo cuando no estamos delante, así no tendré que ejercer de madre y decirte que no esta bien.
Ella, mi padre y Dalia, comenzaron a reírse a carcajadas, yo me di la vuelta y subí a mi habitación con lágrimas en los ojos.
¿Que he echo para merecer esto?
Entre en el baño de mi habitación y me lave la cara, con manos temblorosas.
Me mire al espejo, mi cara húmeda, mis ojos rojos, mis manos apoyadas en la parte delantera de lavamanos, empezaron a temblar cada vez más rápido.
Mi cuerpo no reaccionaba, mis piernas empezaron a temblar, de repente una brisa fría, congelo mi cuerpo, no podías seguir más de pie.
Me agache y me arrincone en una esquela del baño, abracé mis rodillas con mis brazos, y apoye mi cara entre ellas.
Mierda, un ataque de ansiedad.
—Recuerda la canción—susurre para mi misma.—Recuérdala.
—Es hora de levantarse, a salir de la cama ya. El sol viene a saludarnos. Y hoy le vamos a cantar—dije con un leve susurro.
—Buenos días sol. Buenos días sol. Te queremos ver brillar
—Buenos días sol. Buenos días sol. Estamos listos para ir a jugar
Note como mi cuerpo, empezó a tranquilizarse, respiré todo unas cuantas de veces y me levanté.
Entre de nuevo en mi habitación, me puse el pijama e intentar dormirme.
30 minutos.
1 hora.
1 hora y media.
2 horas.
2 horas y media.
3 horas.
Di un gran suspiro y me levanté con cuidado, mire el despertador y apuntaban las una de la noche, no había dormido nada y para que mentir tampoco tenía sueño.
Baje a la cocina y no había nadie, agarre un vaso de agua y lo subí a la habitación.
Opte por ir a mi mini biblioteca escondida y coger un libro, mis padres nunca me permitirían que leyese algo, así que se mantenía oculta en el fondo de mi armario, sepultado por algunas prendas de ropa largas.
Agarre todo un clásico, Romeo y Julieta, un libro, fascinante.
Me senté en la cama y agarre la lámpara de mesa, la puse al lado mía y comencé a releer el libro.
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nuevo capítulo. ¿que os parece?
espero que os esté gustando la historia, decirme cosas que os gustaría que pasase, y que creéis que pasará, solo dio que puede haber cosas buenas o cosas malas.~Love.
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Save me || Pablo Gavi.
Fanfiction¿Pueden dos corazones convertirse en uno solo? Porque yo soy tu calma y tu mi mar. Porque solo nosotros entendemos lo que tenemos. Tu puedes arreglar mi corazón y yo mejorar el tuyo.