Save me || Pablo Gavi.

7. La fiesta

Capítulo siete.

La fiesta.

PRESENTE.

El recuerdo me azoto, de nuevo la sensación de calma y hogar llego a mi, suspire e intente ocultar la nostalgia que sentía, echaba de menos a Nana.

Prometí no volver a sentir.

No volver a llorar.

No volver a querer.

No volver a amar.

No volver...

Pero aquel chico, fue... fue raro.

Un pequeño cosquilleo despertó en mi, nunca antes me había pasado esto, ¿que es esta sensación? Y ¿Por qué me gusta?

Pablo Gavi.

Aquella sonrisa tímida.

Nunca antes me había sentido algo así, una conexión con una sola mirada. Mis únicas relaciones nunca sentí algo así, mágico, solo era eso. Relaciones.

Una noche de fiesta, una botella de alcohol, solo es eso, follar.

—¿Que te pasa, cabron? Estas como en otro mundo.—Pedri se dio cuanta de mi despiste.

—No, nada simplemente una tontería.

Si solo eso una tontería, deje de lado mis pensamientos y volví a centrarme en las fotos, deseaba salir ya de aquí, odiaba el echo de estar posando para una cámara era agotador y cansino.

Cuarenta mil fotos después al fin terminamos, mientras iba saliendo con Pedri y Ferran, una voz chillona nos llamo.

—Por cierto chicos, esta noche habrá una fiesta en mi casa, os mandare a cada uno la invitación y la dirección, estáis todos invitados por supuesto.—finalizo...¿Paola?, si eso, creo que se llama así.

Dicho esto se dio la vuelta y se fue junto a la chavala de antes, ésta suspiro y puso mala cara al verla llegar, se bajo de su asiento y la siguió sin apenas  oírla.

—¿Que te ocurre, hermano? Estas raro desde que volviste. —Ferran preguntó.

—Eso mismo le he dicho yo—Pedri se unió.

—No es nada de verdad, vayámonos de aquí, estoy muerto.

—Lo dudo pero vayámonos, señor cansancio.—Pedri dijo y le puse mala cara.

Ferran se río—Si caballero, ¿necesita ayudar para caminar?, puede subirse a mi espalda y yo le llevare majestad.

—JA JA JA que gracioso chicos.

Lara.

El tiempo..., el tiempo no lo cura todo. El tiempo calma, suaviza y redondea los borde mas punzantes, pero no hace que desaparezcan. El tiempo no me curó de ella. El tiempo no fue suficiente para que mi cuerpo no deje de pensar en ella, como si recordase cada sonrisa y gesto que me daba.

El tiempo solo cubre el dolor, el tiempo es solo eso.

Suspire y di varias vueltas sobre mi habitación, hoy mi madre habia decidido hacer una fiesta.

Vaya que suerte. Que fantasía.

Mire uno de los vestidos que habia echado en la maleta, bueno no esta mal. Solo será una fiesta más no pasara nada.

Me puse el vestido negro, era muy simple sin apenas decoración, me llegaba hasta por encima de las rodillas, y en la parte del pecho, tenía forma de concha de mar, suelto y normal.

Mar.

Que sensación, el mar fue unas de mi principal lugar seguro, la calma que derrama, su olor, color y tranquilidad fueron suficientes para enamorarme.

Aunque en Sevilla no hubiera playa, siempre, cada verano íbamos a la Costa, igual este verano a Cadiz, el verano que viene a Sesimbra, en Portugal.

Baje las escalera de nuestra nueva casa, mis tacones sonaba por toda lados. Estaba empezando a llegar los invitados, nuestro gigantesco salón estaba decorado con una temática diferente.

Antifaces.

Los colores principales eran el dorado, negro y blanco.

Menos mal que elegí ese vestido.

Decidí agarrar una máscara, blanca con decoración dorada. Me la puse y quise que nadie me reconociera, que nadie supiera de mi presencia. Ser invisible un rato.

Llego el hombre el cual hablamos esta misma mañana, Laporta. Y tras él varios hombres más.

Unos minutos más tarde entro un grupo de chicos, los mismo que vi esta misma mañana. Uno tras otro empezaron a entrar, hasta que por último entró aquel chico.

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millones de gracias por esas 3K de leídas, de verdad no tengo palabras para todo lo que hacéis sois increíbles <33💗

~Love.