Daniela Calle
Señorita María José Garzón.
- Buenos días señorita María José- me presento una vez cierro la puerta y miro para todos lados en busca de una distracción.
Tengo vergüenza por lo de esa noche, la llegada tarde por todo.
No quiero mirarla, pero mis ojos bajan hacia su puesto como si tuvieran decisión propia.
La luz naranja que se filtra a través de la ventana da una maravillosa vista de toda New York en el piso 32 hace que su cabello brille. Siento su mirada a través de las gafas obscuras, mi cerebro ignora eso concentrándose en la belleza que irradia. El resplandor no ayuda. Es como ver a un ángel caído saliendo de las llamas del infierno.
- Soy su nueva secretaria señora - avanzo con rodillas temblorosas.
- Llevo esperándola veinte minutos- me regaña.
- Lo siento señora - paso saliva- la ciudad estaba...
Alza la mano para que me calle. Tiene el antebrazo derecho unos pequeños tatuajes que relucen más con su piel acaramelada y la luz que se filtra.
- Me hartan las explicaciones, no tiene caso justificar su motivo de ser una incompetente que no puede llegar temprano-
«¡Perra maldita!» la fama era totalmente cierta.
- No se volverá a repetir- paso el peso de mi cuerpo de un pie a otro. Me guste o no, tiene motivos para regañarme.
- Obviamente no se volvera a repetir- responde airosa- porque si se repite, se va, ¿esta claro?.
- Si.
- Sí ¿qué?- ya veo porque las revistas la tildan de déspota y maleducada.
Tiene una personalidad de mierda.
- Si señora-
- La señora Julia ya le dijo sus obligaciones y responsabilidades- se levanta para dirigirse al frente del escritorio recostándose en este- establézcase y viene para que me diga mi horario y próximas reuniones señorita Calle.
Me mira de abajo arriba sin disimular con una sonrisa ladeada.
- Puedo retirarme- me siento intimidada con su mirada encima.
- No.
Camina a mi acorralándome. Presa del pánico me sudan las manos y empiezo a hiperventilar.
- ¿Qué hace?- sigo caminando hasta que mi espalda choca contra la puerta de su oficina.
Levanto la mirada y siento su mirada clavada en mi rostro.
- Tengo un baño aquí también señorita Calle, debo decir que me sorprendí mucho cuando me entere que tiene novio y mucho mas cuando supe que es Jacob- pasa su lengua por su labio inferior humectando logrando que mi mirada se concentre en esa parte de su anatomía.
Mi temperatura se eleva con ese simple roce de su lengua en sus labios, esta mujer quiere que tenga un paro cardíaco, tenerla tan cerca hace que mi respiración se dificulte y su olor amaderado que me encanta desde esa noche llegue a mí.
- No haga esto por favor, tengo novio y es su mejor amigo- tiemblo cuando recuesta sus dos manos a los lados de mi cabeza- ademas de que me esta faltando el respeto- me recuesto totalmente en la puerta cuando se inclina mas a mi.
Es mucho mas alta que yo por lo tanto tengo que alzar mi mirada tratando de ver a través de sus gafas obscuras.
- Me gusta faltarle el respeto señorita Calle. Quiero el beso que me debe- tiemblo aun mas cuando su mano pasa por mi cintura borrando cualquier espacio entre nosotras.
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Obsesión por ella (CACHE)
Fiksi Penggemar¿Qué sucede cuando dos personas destinadas cruzan miradas? Pero el destino está escrito por ti y tus elecciones, ¿será destino o tiempo? M y D desencadenaran un reloj de tiempo donde traición, obsesión, mentiras serán las principales emociones que c...