-¡Princesa!- gritó con sorpresa una extraña voz, logrando sobresaltar los frágiles cuerpos de ambas. Aún en su más profundo y tan delicioso sueño, _______ se removió incómoda sobre la suave tela del suelo verde y con su brazo atrajo más hacia ella, el cálido cuerpo de su amada. Roseanne talló sus ojos con pereza y al sentir su vista más clara, sonrió al apreciar tan lindo gesto por parte de Témpano. Sin sentir vergüenza alguna, sujetó el pálido brazo y con mucho cuidado se sentó para poder observar mejor a su amiga, la cual parecía estar muy sorprendida por lo que veía.-Flora.- saludó alegre, pero el pequeño ser frente a ella no pareció alegrarse con tal saludo.
-Su madre va a matarla.- susurró, causando una tierna sonrisa en el rostro de Roseanne.
-¿Por qué lo haría? Conoce perfectamente cuál es el vínculo.- _______ al oír sus voces, entreabrió de a poco sus ojos, pero de inmediato los cerró al sentir gran molestia en estos debido al fuerte sol.
-No me refiero al vínculo, Señorita. Si más no recuerda, hoy es el último día para poder planificar su fiesta de cumpleaños por adelantado, por lo tanto, las cuatro Princesas deben asistir con sus padres para hacernos saber si todo está en orden.- Primavera bostezó al oírla y asintió, aún estando muy agotada por su agitada velada. Con lentitud giró su cuerpo en dirección a Témpano y con suma delicadeza cubrió la denudez de su amada, permitiendo que tan suave tela rosa le otorgara una suave caricia en la piel de sus hombros. Primavera suspiró al ver tanta belleza frente a ella y al hacerlo, no pudo evitar sonreír. Estaba sumamente enamorada de la Princesa del Invierno, aquella hermosa mujer que aceleraba con prisa su inquieto corazón. Sin pensarlo siquiera dos veces, guió su mano izquierda al rostro de ________, quitando así en el trayecto, un delgado mechón platino que parecía molestar el sueño de su bella Invierno.
-¿Sabes cuánto te amo, amor mío?- preguntó apenas en un dulce susurro.- Lo sabes.- respondió sonriente a su pregunta. Témpano quiso sonreír al escucharla, pero decidió mantener la calma, ya que deseaba muy en el fondo de su corazón, que la joven de cabellos rojos la despertara con muchos besos.
Cualquiera que pudiese observarlas diría lo mucho que se aman, lo perfectas que son la una para la otra. Y lo eran. El amor suele presentarse de diferentes maneras ante cada persona, para algunos resulta ser el sentimiento más hermoso, más puro y armonioso, como para otros solo resulta ser infierno doloroso capaz de aniquiquilar sin compasión alguna un tonto corazón. El amor era todo lo que ambas necesitaban para ser felices de ahí en más. Poco tiempo tenían de amarse, pero eso no era impedimento para hacerles recordar todos esos bellos momentos que habían compartido juntas. Al cerrar los ojos, era difícil no tener que pensar en qué haría cuando sus ojos no pudiesen observar más el hermoso rostro de su amada. Con gran dolor y desespero, Primavera se derrumbaba día a día en la oscuridad de su Alcoba, pidiendo desconsolada una y otra vez que aquello que tanto amaba no se le fuera arrebatado de sus manos. Roseanne tragó grueso al verse tan envuelta en sus pensamientos, por lo que sacudió su cabeza, logrando alejar de esa manera todas esas cosas que solo lograban quebrar más su corazón.
¿Qué podría hacer?- se preguntó así misma, mientras observaba con sumo detalle el rostro de Invierno.
Con lentitud fue acercando su rostro a los labios de su amada, y justo cuando estaba por tomar tal iniciativa para poder besarla, recordó que no se encontraba sola, por lo que mordió su labio inferior y con mucho pesar volvió a adquirir su antigua posición. Al mirar hacia el frente, el verde de su mirada fue a parar más allá del pequeño cuerpecillo de la Castora, quien esperaba con toda la paciencia del mundo a que su joven ama le diera alguna orden antes de poder marcharse. Flora al notar la mirada perdida de Primavera, aclaró su garganta y sin pena alguna la observó de pies a cabeza, sabiendo a la perfección que aquella joven pelirroja ya no era más aquella bebé que años atrás sujetó por primera vez entre sus brazos.
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Gardenia (Rosé y tú)
FanfictionLa realidad no es muy distinta a la que solemos contar. Un mítico cuento de hadas siempre deja mucho más que una hermosa moraleja, hace que la mente de todo aquel que lo lea viaje de inmediato y recree grandes y hermosos escenarios. Antes de decir q...