𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗖𝗜𝗡𝗖𝗢

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INTERROGATORIOS

La semana había empezado con terribles noticias, la misión en Moscú para derribar al clan Mascherano había fallado miserablemente, Antoni había logrado escapar y una de las piezas importantes que necesitaban se había perdido entre tantos disparos. Rachel había llegado sana y salva « fue enviada en último momento » y Laila junto a su compañera Valeria Monroy también.

Alejandro y Bernardo Mascherano habían sido capturados y la FEMF no perdería la oportunidad de sacarles información, o al menos hacer el intento. Savannah era la encargada de tratar con ellos y por eso se encontraba esperando que el general aprobará su entrada.

— ¡No lo harás! — Dominick exclamó con furia, mientras caminaba aceleradamente por el pasillo

Savannah se acercó a él y le dio una mirada de advertencia — No hagas una escena.

— Esto no es como en Nueva York, Savannah. Los Mascherano son peligrosos y obsesivos — Le recordó observando cómo su mandíbula se apretaba

¿Su hermano pensaba que en Nueva York estuvo todo el día sentada jugando a las bolitas?

— Tengo el mismo entrenamiento que tú, Dominick. Deja de tratarme como una principiante — Savannah respondió con irritación, mientras le daba la espalda

El mayor suspiro — Estoy intentando protegerte.

— Lo sé y lo agradezco, pero debes dejar de meterte en mi trabajo. Me he sacado la mierda por años para estar aquí y no me echaré atrás por tu culpa.

— Está todo listo, Capitán — Patrick aviso, interrumpiendo su desagradable discusión

Savannah asintió con la cabeza y se dirigió a las puertas de hierro, dejando a su hermano atrás. La sala está levemente iluminada y eso le deja una perfecta vista de Alejandro amarrado a la silla de metal.

— Oh, ¿Qué sucedió con el Coronel? Teme reunirse con sus viejos amigos — El pelinegro preguntó con burla

— Es un hombre muy ocupado, no tiene tiempo para juntarse con criminales como usted — Savannah respondió tomando asiento frente a él

— Aparentemente, ya olvidó que fue uno de nosotros. Es una pena, tenía un buen futuro.

— No estoy aquí para escuchar sobre el pasado de Christopher — La castaña le recordó — Estás atrapado y tu única salida es abrir la boca para colaborar.

Alejandro río — Podrías ponerme un arma entre las cejas y aún así no te daría lo que buscas, le soy leal a mi familia y a mis hermanos. Creí que en el ejército entendían eso.

— Discúlpame, no creí que fueras lo suficientemente decente como para saber el significado de la palabra "Lealtad" — Savannah sonrió con falsedad

— Ya pasamos a los insultos, te veías muy educada, principessa — Alejandro suspiro con aburrimiento

Savannah se levantó de su silla y rodeó la mesa — La conversación está un poco aburrida ¿No crees?

» Patrick, asegúrate de que nadie entre.

— ¿Estás segura de lo qué haces, Parker? — El rubio preguntó a través del micrófono

— Muy segura, a los idiotas como este les gusta ser tratados como salvajes, ¿Verdad, cariño? — Savannah levantó una ceja, mientras se acomodaba sobre su regazo

Alejandro se mantenía serio, pero aún así la confusión en su rostro era notable. No negaría que tener a una mujer como ella sobre sus piernas era un escenario excitante, pero también tenía claro que nada placentero sucedería.

𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗵𝘂𝗿𝘁𝘀 - 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀𝘁𝗼𝗽𝗵𝗲𝗿 𝗠𝗼𝗿𝗴𝗮𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora