𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗗𝗢𝗦

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LA CENTRAL

Un suspiro abandonó los labios de Savannah, mientras terminaba de subir las escaleras para llegar al tercer piso, la castaña se encontraba en el edificio administrativo ya que tenía una "importante" reunión con el Coronel. Su presencia no le causaba terror, pero si lograba que su respiración se acelerara y que se le dificultara hablar.

Claramente, no era la primera vez que Christopher y Savannah estaban en una habitación solos, las visitas de la castaña en Londres fueron pocas, pero aún así habían tenido la oportunidad de conocerse y lograron mantener una muy pequeña y semi cordial charla.

— El Coronel está listo para recibirla — Laurens anunció con nerviosismo y torpeza

Savannah asintió y caminó lentamente hacia la puerta, cruzando con algo de duda — ¡Buenos días mi Coronel!

— Llega tarde, Capitán — Reprocha con seriedad

— Lo lamento, señor, la...

Christopher la silencia levantando su brazo y eso le da tiempo a la castaña para observar sus tatuajes.

— Me aburren sus explicaciones, no tiene caso que se esfuerce en justificar su estupidez.

Savannah frunció el ceño ofendida, ¿Realmente estaba dándose el lujo de insultarla?

— No se volverá a repetir — Savannah le asegura escuchando como suelta una fría carcajada

— Claramente no se repetirá, por que si sucede se larga, su puesto en la central de Nueva York sigue sin ser ocupado y no dudaré en enviarla de vuelta, ¿Está claro? — Pregunta observándola tensar su cuerpo

La castaña estaba mordiéndose la lengua para no responderle con una estupidez — Si, señor.

— Perfecto, asumo que tienes claro cuál es tu trabajo, después de tu hermano también es un Capitán — Ante su pregunta, la castaña asintió con su cabeza — Bien, Luisa es la sicóloga de la FEMF y está esperándote en el segundo piso para hacerte algunas preguntas.

Savannah lo miró con extrañeza, tuvo un interrogatorio cuando entró a la academia, otro cuando fue ascendida a Teniente y el último cuando la ascendieron a Capitán, antes de venirse a Londres. ¿Era realmente necesario que hiciera lo mismo de nuevo? La castaña entendía que era por seguridad y que casi todos pasaban por lo mismo, pero creyó que finalmente se había librado ellos.

— ¿Tiene algún problema? — Christopher preguntó levantando una de sus cejas

— No, señor. Permiso para retirarme, Coronel — Savannah pidió, mirándolo asentir

Christopher regresó su atención a su computadora y la castaña se retiró con velocidad de su oficina, la presencia de su superior la tenía bastante alterada y salir de su campo de visión le traía alivio y tranquilidad. No le molestaba su fuerte tono de voz y tampoco el insulto que le había lanzado, pero si la jodia sentir su intensa mirada recorrer todo su cuerpo sin vergüenza alguna.

Claro, ella también le había echado un ojo. Pero no de una forma tan directa como él, o al menos eso pensaba.

Su próximo destino era la oficina de Luisa Banner, una de las mejores psicólogas en el mundo militar. Savannah había escuchado algunas cosas de ella, pero jamás había tenido la oportunidad de conocerla personalmente. Sus nudillos tocaron suavemente la puerta y un « Adelante » se escuchó desde adentro, permitiéndole ingresar

— ¡Oh! Tú eres la hermana de Dominic ¿Cierto? — Luisa preguntó con emoción, dejando unos papeles en la mesa

La chica tenía un hermoso cabello de color café oscuro, sus cejas estaban perfectamente formadas y sus labios estaban pintados con un color rojizo vurdeo.

— Si, así es. No creí que hablara de mi — Savannah contestó con sorpresa

Luisa río, indicando que se sentará — Te a mencionado algunas veces, pero no demasiado. Los soldados y sargentos te han mencionado durante todo el día, eres la sexy alemana que viene de Nueva York.

Ah, ahora tenía más sentido para Savannah.

— Diría que me sorprende, pero la verdad no lo hace.

— Bueno, comenzaremos con las preguntas. ¿En dónde te ves a corto plazo? — Luisa preguntó, observándola acomodar su cuerpo en la silla de cuero

— No tengo planeado irme de Londres, así que me veo trabajando aquí como Capitán.

— ¿Cómo te ves en diez años? — Preguntó con rapidez

Savannah se dio su tiempo para responder — Probablemente ascendiendo a General.

— ¿Cómo manejas las crisis?

— Con rapidez y seriedad, en el caso de que más personas estén involucradas, debo saber calmarlas.

— ¿Ves el casarte y tener hijos como una meta de realización? — Luisa preguntó interesada

La castaña suspiró pesadamente — No, hay mujeres que lamentablemente no pueden quedar embarazadas o que simplemente no desean ser madres y eso no quiere decir que fracasaron por completo en la vida.

— Bien, ¿Qué es más importante, el trabajo o la familia?

— Por ahora el trabajo — Savannah respondió sin dudar

Luisa frunció el ceño — ¿Qué hay de tu hermano?

— Somos cercanos, Luisa, pero ambos tenemos prioridades diferentes y se qué yo no soy la suya.

Banner asintió al escuchar sus palabras y terminó de anotar algunas cosas en su agenda, Savannah junto sus manos sobre la mesa y comenzó a observar la habitación esperando a que le diera sus resultados.

— Puedes irte, no hay nada extraño, pero te avisaré cualquier cosa — Luisa le aseguro con una sonrisa

— Gracias — Savannah murmuró, levantándose de su asiento y acercándose a la puerta

Antes de poder abrir, Luisa la detuvo — ¡Espera! Hay una fiesta esta noche y creo que deberías venir, te ayudará a conocer a más personas y estoy segura de que no les molestará tu presencia, es más, estarán fascinados.

Banner se acercó enseguida a ella y le escribió su número de teléfono en la palma de su mano.

— Escríbeme para enviarte la dirección.

La castaña estaba extrañada por su repentina invitación, pero aún así la aceptó — Lo haré, gracias otra vez, Lou.







𝗡𝗢𝗧𝗜𝗧𝗔
Buenas, buenas, chicuelos
¿Que les pareció el capituló y que piensan
de nuestra protagonista, Savannah?

¡No saben lo emocionada que estoy
por el próximo episodio!

𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗵𝘂𝗿𝘁𝘀 - 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀𝘁𝗼𝗽𝗵𝗲𝗿 𝗠𝗼𝗿𝗴𝗮𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora