✥𝓓𝓔𝓛𝓣𝓐✥ ⸻ 2yeon [𝓸𝓶𝓮𝓰𝓪𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮]

28 - Melancolía

Momo regresó a la casa de Chou Tzuyu, la pelinegra la había llamado para que fuera, y esperaba que fuera importante, porque había tenido que dejar a su hermana para lo que sea que la chica quería.

— La joven Chou salió un momento— le dijo el mayordomo cuando entró a la casa.

Momo rodó los ojos con fastidio, ahora aquella niña la hacía esperar.

— ¿Desea esperarla en la sala? — ofreció el hombre.

— Si no tengo otra opción... — masculló.

Caminó por sí misma hasta la sala de estar, con intención de sentarse en el que se había convertido en su sillón favorito, individual pero amplio, y con una agradable vista al patio trasero.

Pero alzó las cejas cuando notó una cabellera rubia sobre el respaldo.

Alzó las cejas, ofendida, rodeó el sillón para ver el rostro de una chica joven y de rasgos muy atractivos, que alzó su mirada de ojos cafés de su celular hacia el rostro de Momo.

La rubia hizo una mueca con los labios al sentir el olor de aquella peliazul.

— ¿Pasa algo? — preguntó la rubia, en tono normal, casi desafiante.

Momo chasqueo su lengua, más que ofendida.

— ¿Cómo te llamas, niña?

— Soy Minatosaki Sana— respondió con desinterés—, ¿Debería conocerte?

— En realidad no— dijo—, pero ya que estamos— se llevó una mano al pecho—, Hirai Momo.

— Oh, sí, la que dio el discurso motivador con Tzuyu hace unos días.

— La misma.

Sana asintió una vez, y volvió a mirar su celular.

Momo permaneció de pie unos segundos, al notar que la otra no tenía intención de levantarse, suspiró, sentándose en el sillón más amplio, acomodando los pies sobre el mismo.

Entre la pelinegra que la había llamado para luego irse, y aquella rubia en su lugar favorito, ya habían logrado ponerla de mal humor.

Pasaron más de diez minutos hasta que Tzuyu llegó, pero apenas un minuto antes de que el auto entrara a la propiedad, la chica rubia se levantó y salió de la sala, ganándose una mirada extraña por parte de Momo.

Cuando la pelinegra apareció en el umbral notó el humor de la peliazul al haberla hecho esperar, y tragó duro.

— ¿Qué querías?

Tzuyu se apresuró a sentarse cerca de ella, recordándole lo que le había dicho de comentar el estado de la omega y el de su hermana, con lo que Momo pareció relajarse un poco.

Ambas coincidían con la fiebre, el cuerpo frío, dolor muscular, y un estado somnoliento, letárgico, constante.

Y el fuerte olor a tristeza, que hacía sentir bastante mal a los demás.

Aunque parecía que Nayeon estaba más afectada, porque no tenía apetito, y pasaba todo el día en cama, caminando poco y con dificultad, a diferencia de Jeongyeon, que parecía más activa.

Momo hizo una mueca al escuchar que la omega estaba tan mal, y por un momento se sintió agradecida por el estado de Jeongyeon.

Tzuyu le comentó que un médico estaba revisando a la omega, con lo que Momo finalizó con que había dejado a Jeongyeon a cargo de unas raritas.

Antes de seguir hablando, el mayordomo de Tzuyu le aviso que el doctor debía hablar con ella acerca de Im Nayeon.

Y de nuevo, Momo fue dejada sola en la sala, aunque al cabo de un minuto, la chica rubia volvió a aparecer, sentándose de nuevo donde estaba antes, mirando su celular al caminar.