Dos Caras Frente Al Espejo (TERMINADA)

CAPITULO 13

Me acosté en el pecho de Mark, podía escuchar los latidos de su corazon..

-No me gusta verte llorar cielo- dijo Mark mientras acariciaba mi cabello.

Podía sentir como mis mejillas se enrojecian, me sentía tan bien junto a Mark, tenía unas ganas inmensas de besarlo, tener ese dulce tacto con sus cálidos labios.

-Te quiero mucho Mark, en serio, siempre que estoy contigo me siento bien, eres la única persona que hace olvidar mis problemas, no te alejes nunca de mi, por favor- dije con la voz quebrada.

Me levanté del pecho de Mark y me senté en el sillón, me peine el cabello hacia atrás con mis dedos y tape mi rostro con mis manos, me sentía un poco avergonzada por decir esas palabras tan cursis.

-Anastasia, mírame a los ojos

Levanté mi mirada y vi directamente a los ojos de Mark esperando una respuesta de su parte.

Mark se acercó a mí y me tomo del rostro, acaricio mis mejillas por largos segundos.

-Mira lo perfecta que eres, ante mis ojos eres perfecta, no solo físicamente, eres perfecta en todos los sentidos y no te preocupes, te prometo que nunca me alejaré de ti- seguido de esas lindas palabras me dió un tierno beso en mi mejilla y me abrazó.

-No soy perfecta Mark, no lo soy, en realidad soy un desastre, nunca hago las cosas bien, odio ser el tipo de persona que su estado de animo depende de un hilo, simplemente no soy perfecta.

-Yo haré que algún día te veas cómo lo que eres.

No le respondí, solo lo abracé, lo abracé muy fuerte...

El sonido de mi celular hizo que me despegará de Mark, agarre el teléfono y respondí sin ver quién era.

-¿hola?

-hola Cariño, estoy en casa, ¿Dónde estás?

-oh, hola mamá, estoy en casa de un amigo.

-Esta bien cariño, no llegues muy tarde a casa, yo solo vine a dejarte algo de comer, ya me voy de nuevo a la oficina a terminar trabajo acumulado, probablemente llegue después de las 11pm.

-Como siempre, está bien mamá, no te preocupes, como a las 8 ya estaré en casa.

-hasta luego cariño, te amo.

Seguido de eso colgué la llamada.

-oye, por lo menos se ve que tú mamá se preocupa por ti.

-si, casi siempre en así.

- todavia falta 1 hora y 30 minutos para las 8, ¿te parece si vemos una película?

-oki,  pero que no sea de terror-dije mientras hacía puchero.

- veremos una de ¡ACCIÓN!

-por Dios, pareces un niño, dije entre carcajadas.

8:00pm

-Esa película estuvo increíble Mark, tienes muy buenos gustos.

-Que hablas si no viste casi nada, te quedaste dormida.

-oye, CALLATE- dije entre carcajadas.

-Sabes Nasia, me haces muy feliz.

-Tu también me haces muy feliz Mark.

Luego de esas palabras me fui acercando poco a poco a Mark mientras acariciaba sus hermosas mejillas.

Quite mis manos rápidamente de la cara de Mark.

-Diablos, !¿Quel estoy haciendo!?- dije entre los dientes.

-¡¡OOHH QUE LINDAAAA ESTAS SONROJADA!!-Dijo entre caracajada.

-c-ca-CALLATE, ya-ya es tarde, me voy a casa.

- ¡¿ya tan rápido?!- dijo mientras hacía un puchero.

-Siiii, estuve toda la tarde aquí.

- Pero no quiero que te vayas-  dijo con cara triste.

-No me pongas esa cara, ya me voy, Adiós.

Caminé hacia la puerta principal y salí, me subí a mi auto y empecé a manejar, no quería ir a casa, no quería estar sola, pero no tenía otro sitio a dónde ir.

Luego de algunos minutos llegué  a mi casa, entré y aquel aroma que impregnó mis fosas nasales acaso eran ¡¿Donas?!

-¡¡SI DONAAAAS!!.

No aguanté ni un segundo más, agarre la caja que estaba en el mesón repleta de donas y empecé a comer.

5 minutos después

uff que deliciosas estaban esas donas, pero ahora no puedo respirar de lo llena que estoy.

Subí a mi habitación, me quite la ropa y me coloque mi pijama, me acosté en mi cama, y le envíe un mensaje a mamá avisándole que ya estaba en casa.

Coloque el teléfono debajo de la almohada y minutos después sin darme cuenta me dormí.

1:32am

Catrina.

Me levanté de la cama, sonadome  lo huesos del cuello, que bien se siente escuchar los crujidos de los huesos.

Hoy es el día, por fin veré aquel color tan precioso de la sangre, por fin me divertire viendo a una persona gritar de dolor y desesperación.

Me maquille y me vestí, agarre mi bolso que en el cual iba, una paca de billetes y obviamente un cuchillo, baje las escaleras con mucho cuidado para que la zorra satánica de mi madre no se diera cuenta.

Empecé a manejar sin rumbo, buscando un perro, no maneje muchos minutos cuando enseguida ví un asqueroso perro callejero.

Paré el auto, me coloque unos guantes saque el cuchillo de mi bolso y me baje.

Primero que todo tienes que tratar bien a tu víctima  para después poder disfrutar de su sufrimiento, pero existen seres tan idiotas que no hay necesidad de tratarlos bien.

-ven lindo perrito.

El perro asqueroso de mierda me ignoró.

- ¡QUE VENGAS ACÁ MALDITO ANIMAL!.

Seguido de eso, camine hasta donde estaba el asqueroso animal le agarre el hocico para que no se escuchara su chillido de dolor y seguido de eso le clave mi hermoso cuchillo en su asqueroso cuello.

Lleve el perro hasta el auto intentando no ensuciarme de sangre, lo solté en el suelo, abrí la cajuela de mi auto y coloque al animal ahí.

Me subí al auto, me coloque un poco de perfume que tiene la estúpida de Anastasia en el auto, no quería oler a perra, pensar que ella y yo somos la misma persona me da asco, y es tan gracioso que ella no recuerde las cosas que yo hago.

Iba directo a la Discoteca en dónde quede que me iba a ver con Marcus, pero la maldita de Anastasia complicó las cosas...