─ ¿Cómo has estado?
─ Bien. He tenido mucho trabajo y he estado ocupada. Además, estamos renovando la habitación de invitados. Quiere convertirlo en una habitación para bebés.
─ Espera, ¿estás...? ─Los ojos de Alice se agrandaron enormemente.
─ No. ─Jennie soltó una carcajada, lo más genuina que le había escuchado la mayor en estos días, mientras se colocaba el cabello detrás de la oreja─. No estoy lista para eso. Quién sabe, tal vez en unos años. ─Se encogió de hombros casualmente, tal vez un poco demasiado casual.
Alice sabía que la morena frente a ella siempre había querido ser madre. Habían tenido interminables conversaciones al respecto. Pero la forma en que habló sobre eso ahora, no necesariamente sus palabras, sino toda su personalidad hizo que se preguntara si todavía era un sueño suyo o si simplemente era algo que hacía porque él lo quería (a Alice nunca le agradó).
─ Te extraño, ¿sabes? Siento que ya no nos vemos mucho.
La morena cubrió la mano de Alice con la suya sobre la mesa de la pequeña cafetería en la que se encontraban.
─ Yo también te extraño, prometo esforzarme más para poder visitarte. ─La sonrisa en su rostro le dijo a Alice que a Jennie le resultaba doloroso estar cerca de ella ahora, que se había convertido en un recordatorio constante del pasado.
La pequeña morena se había convertido en una de sus mejores amigas, no, en su mejor amiga, desde que Chaeyoung las presentó hace siete años, poco después de que las dos comenzaran a salir, y no quería perderla por esto.
─ Eso me gustaría, haré un esfuerzo también. Sabes que siempre estaré ahí para ti, en las buenas o en las malas. Estoy feliz de ver que lo estás haciendo tan bien.
─ ¡Basta de hablar sobre mí, quiero saber cómo te trata la vida!
Entonces, Alice le contó sobre el chico lindo con el que había estado coqueteando, el estrés siempre presente que venía con ser abogada y sus planes de comprar un auto.
Una vez que se separaron esa noche, la mayor de las Park apretó con fuerza a Jennie en un abrazo.
─ Prométeme que estarás en contacto.
Para su sorpresa, Jennie cumplió su promesa.
