Elsa
Ha pasado una semana desde que recibí el regalo de Tadashi, era tanta mi emoción que al día siguiente fui por el trabajo, sin embargo no recordaba que era 25 de diciembre y que nadie trabajaba, no tuve opción que regresar a mi casa.
Después, al día siguiente fui y gracias a Dios me recibieron, hablé con el dueño y efectivamente necesitaban a una asistente, pero no para él, si no para un socio llamado Tomoe, un hombre originario de Japón que para sorpresa mía tenía más o menos mi de edad, ese mismo día lo conocí y a pesar de que es un hombre serio y de pocas palabras, se ve que es una persona buena, y lo confirme cuando le dije que estaría gustosa de trabajar inmediatamente si así lo quería, pero el respondió con un rotundo NO, me dijo que estas fechas son para pasarla reunidos con la familia, así que dijo que entraría después de pasar año nuevo, después de eso me entrego mi uniforme de trabajo (una falda negra lisa pegada, un saco del mismo color y una camisa blanca de manga larga), y mi horario de trabajo, me sorprendió ver qué no trabajaría todo el día y que tenía libre 2 días de la semana, por lo regular en estos trabajos es casi 24/7, él lo noto y me respondió que estaba al tanto de mi situación y que no había problema en eso.
Agradecida le dije que no le fallaría y que no dudaría de mi capacidad, después de eso solo me pasaron a tomar unas fotos para mí gafete, me despedí de ambos hombres y salí con una enorme sonrisa del edificio.
Subí a mi auto y me dirigí al súper mercado, ahí compré las cosas para la cena de año nuevo y un pastel para celebrar (en casa de Mérida), llegué a casa y baje las cosas en un brazo y el pastel en el otro, con un poco de dificultad abrí la puerta y entre a casa.
••••••••••
Estábamos llegando a casa de la pelirroja, papá manejando y mamá a su lado, mi pequeña Jacqueline en su silla protectora entre Anna y yo.
Una vez enfrente de de su casa (que era enorme por cierto) todos bajamos y fuimos a la parte trasera del auto para bajar las cosas, Anna una canasta con galletas, Mamá el pavo que horneo, Papá unas bolsas con vino y yo mi pañalera y dos pequeñas maletas con ropa de todos para está noche.
Al llegar a la puerta principal inmediatamente se abrió dejando ver a un hombre muy alto y robusto de melena pelirroja.
-Ah, Agnar los estábamos esperando, que bueno que llegaron -saludo con una enorme sonrisa-. Pasen, adelante
-¿Somos los últimos en llegar Fergus? -pregunta mi madre entrando
-Si, pero no sé preocupen llegan con mucho tiempo de anticipación -responde dirigiendonos a la sala
-Chicas, hola que bueno que llegaron, pueden poner las cosas en la isla... Anna ¿Las galletas las puedes poner arriba del refrigerador, por favor? -dice Eleonor
-Eleonor... Si sabes que eso no detendrá a los trillizos de sus travesuras ¿Verdad? -comenta divertida mi madre
-Si lo sé, pero vale la pena intentarlo Iduna -rien ambas divertidas-. Elsa, cariño hola...
-Hola Eleonor -saludo besando su mejilla
-Hola pequeña Jacqueline, ven aquí -dice y la carga-. Estás preciosa niña, sin duda es una Arendell -le dice y mi hija ríe
-¿Y Mérida? -pregunte
-En su habitación con Punzie, suban a arreglarse mientras cuidamos a Jackie ¿Les parece?
-Claro, ya venimos -responde Anna por ambas, tomamos una de las maletas y vamos a saludar a los demás
Después de saludar a todos, nos vamos a la habitación de la pelirroja
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Mi Pequeño Secreto
Romansa- Alejate de el... -¿Pero por qué? -Estando en esa situación, solo arruinaras su futuro, un futuro mucho mejor que en el que estará si se queda contigo, no permitiré que arruines la vida de mi sobrino, mucho menos que se haga cargo de esa escoria al...