29.

45 5 0
                                    

Apenas amaneció salí de mi cuarto, rápidamente me dirigí a la casa de Jungkook.

Pude ingresar y silenciosamente subí a su habitación, estaba tal y como lo deje anoche, en un profundo sueño.

Baje a ver su había comida en su cocina pero nada, todo estaba vacío. No tenía mucho tiempo antes de mi primera clase por lo que no alcanzaría ir a comprar algo, mucho menos cocinar.

Una nota, fue lo que se me ocurrió, volví a su lado. Por un momento quise contemplarlo, se veía tan tranquilo y muy lindo. Quise quitar un mechón de su cabello de su frente pero atrapo mi muñeca y en un hábil movimiento me tumbó a su lado.

-Buenos días, cariño -hablo aún con los ojos cerrados y una voz ronca-.

-Buenos días -susurre- Apestas a alcohol.

-Solo un rato -dijo pacifico- un rato.

Deje que siguiera abrazándome, se sentía bien estar de esa forma. No podía sentirme más feliz de tenerlo a mi lado, él se había convertido en una prioridad para mí y realmente me sentí bien cada momento que pasábamos juntos.

Sin embargo, una semana después de eso, todo se sentía tan extraño.

Ya no lo veía mucho, siempre estaba ocupado hablando por el celular o desaparecía por completo por días. Siempre intenté hablar con él pero siempre tenía algo que hacer y se iba.

—¿Crees que esté ocultando algo?—preguntó mi amiga.

—No lo sé. Sabes que yo no se mucho de relaciones y no quiero desconfiar de él. Es todo tan extraño.

—Bueno, quizás podamos sacar información de sus amigos —señaló al grupo que se acercaba.

—Hola, pequeña —saludaron todos alegres—. Hola a ti también, Eun-Soo.

—Si, hola —contestó ella.

—Hola, chicos —fue mi turno—. ¿Cómo están?

Recibí un asentimiento por todos, claro que traté de ocultar mi tristeza de ellos para que no se preocuparán y sobretodo para poder investigar un poco.

—¿Saben algo de Jungkook? —quise sonar relajada.

No obtuve respuesta alguna, supongo que su silencio fue suficiente para saberlo todo. No dije nada más, no quería seguir dándole vuelta al asunto.

Eun-Soo tomó mi mano, dando un apretón delicado. Tenía su apoyo. No entendía lo que estaba pasando, ¿hice algo mal?

Reconozco haber estado ocupada con la universidad, pero, no creí que estaba descuidando lo nuestro. ¿No he puesto atención a lo que pasaba a mi alrededor? ¿Tendrá algún problema? ¿Tendrá...

No, no podría, ¿Verdad?

Ya ni siquiera comprendía lo que me decían en clases, mi cabeza no dejaba de pensar en lo que podría estar pasando. No podía concentrarme en nada, ni siquiera cuando cenaba con mi padres o llamaba mi hermano.

Quería solo llorar.

¿Dónde estaba?

(...)

Pude notar que los chicos me evadian las preguntas, incluso, salían de mi vista con distintas excusas, ¿Qué carajos estába pasando?

—No, aún nada —respondí a la pregunta de mi amiga—. Es como si la tierra se lo hubiera tratado, así nada más.

Salimos del ascensor de nuestra residencia. Parado, junto a su auto, como si nada.

Dios...

Realmente quería salir corriendo hacia él, quería golpearlo y también quería ignorarlo, pero más que eso, quería besarlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No tan Inocente (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora