No tan Inocente (Jungkook)

21.

La forma en la que abrazaba y su perfume tan peculiar, lo reconocería donde fuera.

-¡Ooh! -me alegre de ver a mi hermano- Yo igual te extrañe.

-Ya lo sé pequeña, lo sé.

-¿Por qué no me avisaste que vendrías? -reclame separándome de él y cruzando mis brazos-.

-Llegué ayer en la noche y no quise despertarte -excusó- Además te estuve llamando y no respondías.

-Ah...olvide mi celular en casa -negó con su cabeza-.

-Como siempre, sigues siendo la misma -tomó mi brazo llevandome-.

-¿A dónde vamos?.

-Por algo que comer.

-Pero...-gire a ver a lo chicos que nunca apartarón su vista de mi-.

Con mi mano hice señas, o eso trate, para que entiendan que debo irme.

Subimos al auto de mi hermano, nos pusimos los cinturones y dirigirnos a ese lugar.

-¿Eran tus amigos? -preguntó sin dejar de ver al frente-.

-¿Eh?.

-¿Esos chicos eran tus amigos? -repitió-.

-Así es -recordé que iba a salir con Jungkook pero la repentina llegada de mi hermano lo impidió-.

-¿Por esos mocosos no fuiste a verme antes? -alzo su voz, con tono de indignación. Solo reía por su expresión-.

-Lo sé, lo siento.

Estacionó en la acera, quité mi cinturón y abrí la puerta para bajar.

Tomó mi mano y cruzamos la calle, ya sabia donde estábamos, debía esperarlo.

Mi hermano que estuvo en el extranjero durante mucho tiempo, era obvio que me traería a este lugar.

-Bienvenidos, ¿Que van a co...-su cara apareció una sonrisa- ¿Hyo-Ri? Tanto tiempo.

-Hola Min-Hoo -agite mi mano-.

-¿Cómo estás? -se acercó a acariciar mi mejilla- Tanto tiempo sin verte, estás aún más linda.

-Hola Yeong. ¿Cómo estás? Tanto tiempo, te extrañe -mi hermano comenzó con su drama. Min-Hoo se reía-.

-Hermano, sabes que es broma -se acercó a el y saludaron con unas leves palmadas en la espalda- Me alegra que hayas vuelto.

-Ajá -se fue a sentar. Lo seguí y me senté frente a él.

-Lo de siempre, ¿Verdad?.

Asentimos y Min-Hoo fue a traer nuestra comida, mi hermano vió por un momento su celular y luego lo volvió a guardar.

-¿No vienes acá? -cuestionó con su ceja alzada-.

-No -negue con mi cabeza- ¿Por qué debería? Es tu amigo, no el mío.

-Hyo-Ri, creí que también era tu amigo -soltó una risilla- Vaya.

-Aquí está -llegó con un bandeja llena de comida- Disfrútenlo.

-Gracias por la comida -llevé mis labios al batido de cookies and cream-.

-¿Qué tal la universidad? -preguntó Min-Hoo. Mi hermano me miraba a mí y después a su amigo, de manera intercalada, con una sonrisa-.

-Estoy a punto de dejarlo todo -confesé a lo que ellos rieron-.

-Vas a ver que todo mejorará -acarició mi cabello, mi hermano puso su taza de manera brusca sobre la mesa, llamando la atención-.