epiologo

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SeHun se sentó al borde de la cama mientras que Kan Hun se puso de pie. JunMyeon gateó al regazo de SeHun, besándolo en la boca, y a SeHun no pareció importarle que la boca de JunMyeon supiera a pre-semen de su hermano. SeHun correspondió su besó con ganas, agarrándolo de la cintura y acomodándolo en su regazo. JunMyeon puso ambas piernas a los costados de SeHun levantando su trasero y sintiendo dos pollas frotándose contra sus nalgas.

―dios. que sucio eres conejito. ―gruñó Kan Hun, y JunMyeon gimió―, quiero dejarte abierto el culo y preñarte nuevamente.

JunMyeon mordió su labio inferior al sentir el glande de la polla de kan Hun frotándose contra su entrada, mientras de SeHun también amenazaba con entrar. El pequeño pene de JunMyeon estaba endurecido otra vez, goteando pre-semen, pero lo ignoró y comenzó a dejarse caer los miembros de sus alfas.

El conocido dolor inicial le hizo soltar un quejido bajo a JunMyeon, aunque pronto su culito se acostumbró a la intromisión recibida. Se humedeció más de lo que ya estaba, con el lubricante dejándolo pegajoso, sin embargo, no lo tomó en cuenta. Le gustaba mucho eso, sentir su culo bien abierto y lleno de las pollas de sus alfas.

JunMyeon se sobresaltó al sentir las manos de kan Hun agarrándolo de la cintura, por la espalda, iniciando a moverse levemente hasta crear sincronía con el pene de su gemelo. SeHun. sin embargo, se tomó su tiempo: le besó el cuello a JunMyeon primero, sobre su glándula de feromonas, con sus manos subiendo hacia sus pezones. Sin mucho preámbulo, se los frotó y JunMyeon gimoteó por la desesperación, sus caderas comenzando a moverse de forma automática. Desde que dio a luz esa zona estaba mucho más sensible.

Pero SeHun no se detuvo: por el contrario, se los pellizcó con mucha más fuerza y JunMyeon sacó su lengua, sin dejar de frotarse contra el regazo kan Hun, que aprovechó el momento para besarlo. El alfa menor gruñó en el beso, sintiendo su polla duramente apretada en las paredes anales de JunMyeon, y le agarró las nalgas, apretándoselas y dejando caer un azote.

―Más, más. ―pidió JunMyeon con debilidad moviendo las caderas incitando a que sus alfas lo follaran duramente.

SeHun se rió y volvió a apretarle los pezones. Kan Hun lamió sus labios al ver caer un poco de leche de los pezones y ver a JunMyeon sollozando por la vergüenza y el placer.

―Vamos hermano, follemos a este puto conejito. ―dijo Kan Hun―, como va, no aguantará mucho.

SeHun soltó los pequeños botones de JunMyeon, pero el JunMyeon no obtuvo alivio alguno, porque kan Hun le agarró uno con la boca y comenzó a chupar con brusquedad. JunMyeon chilló, retorciéndose por las corrientes de placer. Kan Hun le volvió a agarrar de la cintura, y aprovechando que las manos de SeHun separaban las nalgas de JunMyeon comenzó a empujar su polla aún más rápido mientras SeHun la retiraba un poco, para crear así un compás de las pollas entrando y saliendo rítmicamente del culo de JunMyeon, que se abría aún más con facilidad para recibirlos y succionarlos. JunMyeon no dejaba de lloriquear, tanto por la intromisión de las pollas de sus alfas como por la boca de kan Hun humedeciendo su pezón derecho. Sabía que sus pechos goteaban leche y no creyó que eso podría llegar a ser excitante, pero, lo era y demasiado.

SeHun no dejó de penetrarlo hasta que sus testículos chocaron con los de su hermano. JunMyeon se sentía muy lleno, con culito bien abierto por las dos pollas, y comenzó a mover sus caderas con más ahínco para que se lo follaran.

―Qué atrevido y desvergonzado eres. ―gruñó SeHun, saliendo y volviendo a penetrarlo de golpe. JunMyeon gimió abriendo la boca para que su saliva se escurriese por sus labios y garganta.

―Por favor, se los ruego... Ah quiero la leche de mis alfas. ―lloró JunMyeon, desesperado.

―¿Qué quieres? Repítelo conejito. ―se burló Kan Hun, soltándole el pezón, pero agarrándolo del cuello―. Eres insaciable.

un conejito para dos hambrientos lobos ~ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora