Bonus

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―¿Ansiosos? ―preguntó JunMyeon, comenzando a quitarse la ropa con una sonrisita.

―No nos hagas sufrir más conejito. ―se quejó SeHun, observando cada movimiento de su omega―. No sabes cuánto he querido tenerte este día...

― SeHun sólo piensa en dejarte el culito abierto y que no camines por días conejito. ―le interrumpió Kan Hun.

―¿Y tú no? ―acusó SeHun, dándole un empujón―. Por favor, pareciera que te lo comes con la mirada, cretino.

―¿A quién le dices cretino, imbécil?

―Ya verás...

―Bueno, ¿qué tal si dejan de pelear? ―interrumpió JunMyeon, dejando caer las prendas de ropa al suelo―. O si quieren, podemos irnos a dormir...

JunMyeon se sobresaltó cuando los dos se pusieron de pie casi al mismo tiempo, gruñendo como dos animales en celo. Por los dioses, los acababa de provocar, cómo se le ocurría...

JunMyeon ni siquiera protestó cuando lo arrodillaron sobre la suave alfombra, desnudo, y de pronto tenía dos pollas duras contra su rostro. No tuvieron que decirle nada, porque JunMyeon agarró cada pene con una mano, sacando su lengua, y comenzó a chupar primero el de kan Hun. Pudo oír sus jadeos cuando su boca se cerró alrededor de ese miembro, con su mano derecha masturbando el pene de SeHun, y ahuecó sus mejillas para que fuera más adentro.

―Mierda conejito. ―gruñó SeHun, observando a JunMyeon sacar la polla de su hermano y voltearse a la suya, metiéndola dentro sin dudarlo un poco―, cómo... cómo te extrañé, bebé...

Mientras JunMyeon chupaba el miembro de SeHun, Kan Hun le acariciaba la mejilla con el glande de su pene, ensuciándole la cara con su presemen. A JunMyeon no le importaba si lucía como una puta para ellos, porque JunMyeon estaba dispuesto a serlo por sus alfas.

―¿Quieres que te dejemos abierto, conejito? ―gruñó Kan Hun cuando JunMyeon liberó la polla de su hermano, con la barbilla brillante por la saliva, y volvió a lamerle la verga―. Claro que sí, lo deseas tanto, conejito insaciable...

―Míralo, Kan Hun ―masculló SeHun―, tan desesperado por unas pollas, qué bonito te ves siendo nuestra puta mi amor.

JunMyeon apenas pudo decir algo, porque de forma repentina SeHun le agarró de los cabellos y comenzó a follarle la boca con fuerza. El pene entraba y salía de sus labios con fuerza, causando que los ojos de JunMyeon se pusieran llorosos por el ardor en la carne de su garganta. Sin embargo, no le hizo gesto alguno para que se resistiera, ya que le gustaba ser follado de esa forma.

Los testículos de SeHun le golpeaban su barbilla con cada nuevo empujón, mientras su mano seguía masturbando la polla de Kan Hun. SeHun presionó su cabeza para que no se alejara cuando se corrió dentro de la boca de su Omega, que se atragantó con la cantidad semen que salía, pero trató de tragar lo más posible.

JunMyeon al alejarse noto los rastros de semen en su barbilla, pero no pudo lamerlo, porque de forma inmediata su boca fue invadida de nuevo, sólo que ahora con el pene de Kan Hun. Levantó la llorosa vista, encontrándose con los ojos oscurecidos del alfa mientras Kan Hun no dejaba de mover sus caderas, follándolo hasta hacerlo ahogarse. No tardó en seguir el mismo camino que SeHun, eyaculando dentro de la boca de JunMyeon, que apenas era capaz de tragar el semen con la polla entre sus labios.

El rostro de JunMyeon, a esas alturas, era un desastre: su rostro estaba enrojecido, con el esperma derramado en su boca y barbilla, y los ojos brillantes debido a la excitación.

―Más hunnies. ―gimoteó JunMyeon, antes de chillar cuando sintió unas manos agarrándolo de la cadera y levantándolo―. ¡Ah SeHunie!

―Ven acá conejito goloso. ― grupo SeHun.

un conejito para dos hambrientos lobos ~ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora