Only You II | Zach Mitchell [TERMINADA] [ EN EDICIÓN]

EXTRA 02

Kate llegó completamente agotada, al llegar al parque dejó libre al pequeño cachorro para que jugara con los otros cachorros del parque, pero el problema se hizo presente cuando intentó ponerle la correa para irse de ahí.

El pequeño parecía una bala y Kate definitivamente no estaba en condición para perseguirlo, no es muy atlética pero hizo el intento, debían irse, solo quedaban 5 personas.

- ¡Llegué!- grité al entrar por la puerta - ¿Zach?- pregunté al no recibir respuesta, pero solo me encontré a Rocky saliendo del cuarto de trabajo de Zach, el cuarto no tenía una función en específico ya que Zach hacía de todo ahí, hacia estudios, ejercicio, trabajo o solo perdida tiempo ahí - hola bebé - saludé mientras me colocaba en cuclillas para acariciarlo - ¿sabes en dónde está el bobo de la casa? -

En ese momento la puerta principal se abrió dejando ver únicamente el cabello de Zach y sus piernas ya que llevaba con el una caja enorme.

- Rocky, con cuidado, no quiero pisarte- advirtió el castaño.

- ¿Qué haces? - pregunté a mi novio y este paró en seco dejando caer la caja que llevaba con él.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó.

- Primero, es grosero responder una pregunta con otra pregunta, y dos, yo... vivo aquí -

- Sí, lo... lo sé, pero, ¿p-por qué ahora?- dijo ésta vez colocándose frente a la gran caja como si su cuerpo pudiera taparla.

- Zach, son las 6:45 y ya está muy oscuro afuera, me daba miedo seguir en el parque, iré a ducharme, te dejo solo - dije un tanto molesta ya que sonaba como si no me quisiera ahí.

- No, espera, perdón - se disculpó - no era mi intención ser grosero, solo ya sabes cosas bobas de mi - dijo y puso un suave y corto beso sobre mis labios, me fue imposible seguir molesta, lo que me molestaba más.

- No hay problema pero aléjate - lo aparté.

- ¿Qué?, ¿por qué? - dijo con un tono de piel casi fantasmal.

- Lindo, ¿estás enfermo?, apesto a Owen - dije con asco - ¿no lo hueles? -

- Ay Dios - dijo en un suspiro - me asusté - dijo y me abrazo impidiendo que lo volviera a apartar.

- ¡No, Zach, huelo horrible! -

- No me importa - separo su cara un poco de mi y besó mi cara - bien, dejo que te duches -

- Alto ahí - dije parando su camino.

- ¿Qué ocurre, quieres que te acompañe? - dijo coqueto.

- No, ¿qué hay en la caja? - dije y él se quedó quieto.

- ¿Segura que no quieres que te acompañe? - dijo riendo nervioso.

- Una vez salga del baño me dirás que tienes ahí - dije subiendo al baño.

*Narra Zach*

Entré en pánico de la manera más horrible, en la caja estaba el regalo que le daría a Kate el día de la propuesta.

El regalo consistía en algo que ella había deseado desde hace meses, un día paseado por una plaza se detuvo en automático al ver un aparador, al notar eso me coloqué a su lado y ella miraba con fascinación un gran juego de cocina, le gusta cocinar, en especial postres, amo cuando prepara unos panecillos con una crema en el centro que sabía a cielo.

Quería comprarlo en ese momento pero ella dijo que había cosas más importantes que comprar en ese momento, las cosas importantes eran las cosas que usaríamos el día de la graduación de Gray, después de comprar eso seguí insistiendo ya que no dejaba de verlo a la distancia o incluso cuando volvimos a pasar a su lado pero ella se negó aún más al ver la cantidad que había en el precio.

Para ese punto ya teníamos bastante dinero, no somos millonarios pero sí podíamos darnos lujos como el que ella deseaba, nunca vi sus ojos tan iluminados por algo desde que la sorprendí con la adopción de Rocky.

Pero ahora la caja no es nada fácil de esconder, Kate no entra mucho a mi cuarto del trabajo así que planeaba esconderlo ahí pero las cosas se complicaron.

- Ay no, no, no, no, no, no - dije caminando de un lado al otro - Bien, ya sé - corrí al mismo cuarto y saqué el gran peluche de foca y otro de nutria que había comprado para otra ocacion, son los animales favoritos de kate, es un tanto extraño pero era lindo como se emocionaba cuando veía algo relacionado con los animales.

Saqué el gran juego y lo llevé al cuarto, lo oculté y volví a la entrada para guardar ahí los peluches, es la primera vez que agradezco lo lenta que es Kate al bañarse.

Me senté en el sillón y a los pocos minutos salió ella para entrar a la puerta que se encontraba a unos pasos delante de la del baño para dar a el vestidor.

Comencé a buscar algo para ver en la televisión hasta que me decidí por shameless, Kate al oír la voz de Ian Gallagher y Lip salió corriendo del vestidor y desde la parte de arriba me miró.

- Pausa eso - dijo mientras se sentaba en la cama colocando calcetines en sus pies - no puedes ver eso sin mi, me lo perdería todo - hice caso y esperé a que bajara.

Llevaba un short negro y una de mis camisetas con la imagen de Nirvana impresa al frente.

Estaba por acostarse conmigo pero se detuvo.

- La caja, ¿qué hay? - se acercó a ella y me senté en automático.

- Eso debía ser una sorpresa -

- Uhh... ¿una sorpresa?- preguntó y me acerqué a ella.

- Ajá, para ti - dije.

- ¿Puedo abrirla? -

- Claro, es para ti -

Ella se puso de rodillas frente a la caja y comenzó a quitar la cinta.

- Debía estar en un lugar más bonito pero no me dio tiempo - mentí.

- No importa - me sonrío y regresó a lo que hacía.

Al abrir la caja soltó un chillido de alegría y se giró para tomar mi mano y dejarme en el suelo mientras sonreía y repetía "gracias" dejando besos repartidos por toda mi cara.

- ¿Te gustaron?- pregunté.

- Claro que sí, son muy lindos - los sacó de la caja para verlos de más cerca, a un lado de ella se veían gigantes, Rocky y Pitsy se acercaron a olfatear los animales de felpa - uy, ¿qué es esto? - dijo mirando un sobre en el estómago de la nutria, ¿hay algo que pueda hacer bien?, no tengo ni idea de cómo llegó la carta ahí.

Reí tratando de parecer normal, no podía arrebatarle la carta y de cierto modo funcionaba un poco aquel problema ya que en la carta mencioné que sería el día uno de cotejo, perfecto.

Ella lo abrió y la sonrisa en su cara fue creciendo conforme lo hacía, al final me vio con sus lindo ojos un tanto acuosos por las posibles lágrimas que retenía.

- Que lindo - se colocó en sus rodillas para avanzar hacia mi que estaba en el suelo sentado, al llegar conmigo dejó un beso tan... perfecto que no sabía siquiera cómo describirlo - gracias pero, ¿día uno? - preguntó.

- Ya te lo dije, luego lo descubrirás -

Ella decidió dormir con sus nuevas adquisiciones las cuales lancé al suelo ya que me impedían abrazar a mi novia.

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