• mi amigo del parque •

6.6K 522 903
                                    

Edades alteradas.

・゜゜・ ❥ ・゜゜・

Uno de los principales problemas de Rodrigo era socializar, aunque cuando lograba entrar en confianza podía llegar a ser realmente atento y cariñoso con quien sea.

Pero eso era realmente raro para un niño de ocho años, ya que a esa edad hacer un amigo en cualquier lado era sumamente sencillo.

Y aunque la mamá de aquel pequeño intentara que tenga a alguien más además de su hermano, nunca lo lograba. Así que se le ocurrió intentar con llevarlo a un parque un poco más en el centro de la ciudad.

El hermano de Rodrigo, al ser un poco más grande, se iría a playa el fin de semana entero con unos tíos que tenían. Así que solo serían Rodrigo y su mamá.

-Vamos Rodri, hay que aprovechar que el día está hermoso.- Animó su mamá mientras terminaba de ordenar un par de cosas en su mochila, como lo era algo para comer y plata extra.

-No sé si quiero ir ma...- El chico salió de su pieza a paso lento, se había estado cuestionando todo el almuerzo si valía la pena ir al parque, de todas formas nunca tenía a nadie con quien jugar y le aburría hacerlo solo.

Prefería mil veces quedarse solo en su habitación jugando con sus autos y peluches.

-Dale amor, no tenés que dejar que tus inseguridades te hagan sentir menos. Te tenés que animar a hacer cosas nuevas, de todas formas...- Se acercó a su hijo y se arrodilló al frente suyo, con una mano acarició su cachete. -mamá va a estar para vos, siempre, siempre.

Rodrigo le sonrió y volvió a su pieza a buscar su gorra blanca con una porción de pizza bordada, era algo como su gorra de la suerte que le había regalado su abuela para su cumpleaños.

-Ya estoy mami.

Ambos salieron de la casa, y con ayuda de su mamá subió a la bicicleta que compartían los dos cuando lo llevaba a la escuela en las mañanas.

Se agarró fuerte de la cintura de su mamá para no caerse y empezaron su camino hacia el parque.

Al llegar luego de unos quince minutos de viaje, la poca seguridad que había conseguido se le fue al ver a tantos nenes en todos lados.

Su mamá sintió como apretaba su remera y sonrió de costado. Conocía tanto a su hijo que sabía lo que sentía.

-No te preocupes mi Rodri, vas a ver que vas a hacer amigos y que ellos te van a querer.- Ayudó a su hijo a bajarse de la bici y le acomodó su ropa.

-¿Me van a querer como vos me querés a mí?- Preguntó con un tono medio feliz.

-Nadie te quiere más que mamá, pero sí, te van a querer. Ahora anda y divertite.

Rodrigo asintió sintiendo la emoción recorrer su pequeño cuerpo. Se fue corriendo hacia el parque mientras en el camino saludaba con la mano a su mamá.

Al llegar al primer tobogán que vio, los nervios lo invadieron, eran muchos chicos. Pero trató de no pensar en la cantidad de gente que había y solo se propuso hacer amigos, y divertirse, obvio.

-Hola, me llamo Rodrigo.- Le dijo al primer nene que vio, el cuál recién había termina de bajar del juego.

-Hola, me llamo Sebastián y no tengo ganas de que me hables.- El rubio le dijo con un tono arrogante y solo se fue.

El pequeño de ojos verdes se sintió un poco mal, pero recordó lo que su mamá le había dicho, no se iba a dejar caer por un simple nene tonto.

-Hola, mi nombre es Rodrigo, ¿Quieren ser mis amigas?- Dijo llegando a los sube y baja, donde habían dos nenas.

-Me gusta tu gorra Rodrigo.- Dijo la más baja mientras le daba una sonrisa.

-Oh, gracias. Me la regaló mi abuela, mira tiene una pizza acá.- Señaló el frente de la gorra con una sonrisa mientras la pequeña de rulos la miraba con entusiasmo.

-Vamos Mica, los varones son malos, no hay que jugar con ellos.- La otra nena que la acompañaba la alejó de él mientras se la llevaba de la muñeca.

Ya estaba comenzando a perder la timidez, hasta le iba a decir que a él le gustaba la vincha que tenía puesta, pero se había ido y sus esperanzas de tener un amigo poco a poco igual se iban.

Caminó hasta la única hamaca vacía del parque y se sentó ahí. Sus ánimos habían bajado tanto que ni siquiera tenía ganas de hamacarse adecuadamente.

-Che, ¿La vas a usar o te vas a quedar ahí sentado? Linda gorra por cierto.

Levantó su vista y al frente suyo había un nene de gorra realmente alto. Lo miraba serio pero por el sol que había tenía los ojos muy achinados, "ni siquiera se le ven los ojos" pensó Rodrigo.

-Gracias... ¿Por qué sos tan alto?- Hasta parecía más alto que su hermano, o al menos de la misma estatura.

-No sé, por qué voy a saber... ¿Bueno te hamaco? Capaz no te sabes hamacar.

Rodrigo dudó un poco pero al final asintió con un poco de miedo. Capaz ese nene tenía tanta fuerza que lo tiraba de la hamaca, pero no, solo lo empujaba con delicadeza y sin mucha fuerza. Era divertido.

-¿Y cómo te llamas? ¿No hablas mucho, no?

-Si, si hablo perdón. Me llamo Rodrigo, ¿Vos?

-Iván.

Jugaron un rato mientras trataban de hablar, a ambos se les notaba un poco lo tímido, sobre todo a Rodrigo, pero con el paso de los minutos se iban conociendo.

-Se me cansaron los brazos.- Informó Iván a su nuevo "amigo".

-¿Querés que te hamaque yo ahora?

Intercambiaron lugares y Rodrigo estaba listo para empujar a Iván, pero el grito de una mujer los interrumpió.

-¡Iván! ¡Vamos!

El nombrado se giró a mirar a su amigo e hizo un puchero, no quería irse, realmente se estaba divirtiendo con él.

-¡Un ratito más, ma! ¡Porfa!- Dijo alargando la "a" en forma de súplica, su mamá siempre le interrumpía los buenos momentos.

-Tenemos que irnos Iván, mañana venimos de nuevo.

Los ojos de ambos chicos se iluminaron, mañana se podrían ver de nuevo y jugar si es que la mamá de Rodrigo lo llevaba de nuevo.

-Prometeme por el meñique que mañana nos vamos a ver, Rodri.- Acercaron sus meñiques y los apretaron con fuerza.

-Te lo prometo. Mañana estoy en esta hamaca esperando de nuevo.

Iván le sonrió achinando sus ojos y le dio un beso en el cachete como despedida, y luego mientras corría con su mamá lo saludó con la mano.

Rodrigo, después de terminar de despedirse de su amigo, volvió con su mamá que lo veía muy feliz por él.

-¡Mami, mami! Mira allá está Iván, mi amigo del parque. Es muy bueno y dijo que le gustaba mi gorra, menos mal que la traje porque me dio suerte.

・゜゜・ ❥ ・゜゜・
tiramisu

okupa || carrera y spreen (os)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora