Ten's advise

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Yo nunca me quedaba a dormir en las camas de mis ligues. Era una regla que me había hecho desde que estaba en preparatoria. Todo era menos raro, abrazar no era lo mío y no se daban ideas erróneas de nuestra "coincidencia". Muchas personas me odiaron por eso, me dijeron que mi responsabilidad afectiva era una mierda y que era un egoísta, otros me dijeron que era perfecto ya que no nos hacíamos ilusiones. De todas maneras yo les explicaba el por qué no me gustaba "la mañana siguiente" y ellos lo tomaban o lo dejaban.


No sé por qué esa regla no la aplicaba con Yoon Oh. Justo en este momento estaba abrazándolo. Yo, Lee Taeyong, estaba abrazando a mi mejor amigo con beneficios después del sexo matutino y no me quería ir. En mi defensa, él es muy calientito y yo casi siempre tengo frío. Además tiene un cuerpazo y sabe abrazarme tal y como me gusta, yo medio encima de él descansado mi cabeza en su pecho mientras me hace cariñitos en la espalda.

—Estuviste haciendo ejercicio.—la voz grave de Jaehyun me sacó de mis pensamientos y presionó con sus dedos mi espalda.—Estos músculos no estaban aquí antes...


—Jeonghan tiene un crush en el gimnasio y me obliga a ir con él.—ese tipo Joshua iba al gimnasio toda la maldita semana y Jeonghan fingía tener el mismo horario de entrenamiento. Los fines de semana descansaba gracias al cielo pero de lunes a viernes me veía obligado a ejercitarme.—Ayer hicimos espalda y biceps así que no presiones tan fuerte.


—Me gusta. Te ves muy bien.—sus manos recorrían con avidez mi espalda y escalofríos descendían por todo mi cuerpo, que raro que no me dolieran los músculos cuando lo hacía.—¿Te he dicho que soy muy bueno dando masajes para el dolor muscular?


Eres bueno en todo. Parece una exageración pero Jae era ese tipo de persona que no tenía defectos y estaba lleno de sorpresas. Como en el sexo, yo pensé que sería tranquilo por su modo de ser...estaba tan equivocado. Era, era alguien más en la cama. Tanto que hasta tomó por sorpresa al Taeyong que tenía mucha experiencia sexual. El maldito podía hacerme sentir que estaba en el cielo cuando me follaba que no me sorprendía porque todavía me aferraba a él después de cuatro meses.


—No me habías dicho, pero podrías darme masajes cada que tengas oportunidad.


Él hizo un sonido afirmante mientras murmuraba que tenía muy bonito cuerpo.



—Oh vamos. Tienes el cuerpo mejor que el mío.—mordí su hombro musculoso y tracé con mis dedos su eight pack.—Cómo lo haces, casi nunca te he visto ir al gimnasio.


—Genética.—dijo tan confiado de sí mismo que tuve que pellizcarle el pezón.—¿¡Por qué siempre pellizcas mi pezón!?


—Porque eres bien ocurrente. ¿Genética? Mis huevos.


Su risa inundó todo el cuarto.


—Suelo ir al gimnasio con Johnny en la mañana cuando estás en la universidad. Por eso casi nunca me ves cuando voy.


Con razón.


—¿Qué hora es?—pregunté mientras me acomodaba más cerca de él y cerraba mis ojos. Sentí como se movió levemente para alcanzar su celular del buró.


—Son las ocho.—murmuró y yo suspiré feliz.—¿Tienes clase pronto?



—Nop. Tengo una hora más para dormir.—sin preguntarle si quería levantarse ya, lo volví a abrazar y cerré mis ojos.





🪐




—Taeyong, ¿le dijiste que necesitaban un espacio?—Ten entrelazó mi brazo con el suyo cuando me encontró entrando a la cafetería.


No te enamores de mí [JAEYONG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora