Blurred Lines

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—Lee Taeyong, crees que a mí me haces menso pero créeme que no.—Ten dijo mientras cortaba unas flores con el cuchillo. No era bueno que dijera mi nombre completo junto con un arma en la mano.

—No sé de qué hablas.—dije lo más normal posible mientras acomodaba los ramos de flores falsas en los floreros.

—¿Escuchaste eso Lisa?—dijo mientras reía de una forma malvada.

Ten era mi mejor amigo, mi alma gemela, casi mi hermano, pero cuando se le salía el demonio realmente me daba miedo.

—Yo solo quiero que hagan bien los arreglos.—dijo mientras se probaba el vestido por enésima vez.


—Lisa deja de probarte el vestido. Sí te queda, pero si lo sigues usando puede que se arruge.—le ayudé a abrochárselo mientras escuchaba a Ten de fondo. Cómo podía hablar tantas cosas y tan rápido.—Te casas en una semana. Todo estará bien.


—Gracias Tae.—murmuró con una sonrisa.—No te he podido agradecer de estar casi un mes con nosotros. Creo que ya nos hubiéramos matado si fuéramos solo Ten y yo.


—¡No lo elogies cuando sabes lo que yo sé!—Ten tenía la voz ronca de lo tanto que gritaba.

—Ay Ten, regañándolo no resultará a nada. Háblale bien...platiquen.—sentí como me dio un beso en el cachete y se fue con su vestido hacía su cuarto.

Ten suspiró, me tomó de la mano y nos guió al sofá.


—¿Estás muy enojado?—murmuré y sentí un puchero en mis labios.


—No estoy enojado Tae, simplemente me preocupo por ti. Entiéndeme que es una promesa que le hice al Taeyong de diecisiete años.—su mirada era más triste que hace unos minutos, suspiró cansado.—Me puse intenso cuando vi que llegabas a las cinco de la mañana, lleno de chupetones y con una sonrisa boba. Sé que lo ves muy seguido porque si no lo hicieras, serías insoportable con tu mal humor.

Era verdad. Probablemente hubiera arruinado la boda ya sea con mi mal humor o sintiéndome necesitado. No pensé que era tan obvio y por primera vez en mi vida, decidí contarle todo lo que sentía a mi mejor amigo.



—Perdón por ponerte en una situación incómoda, sé lo que te dije hace años y creo que lo hice porque era algo muy importante, pero yo-yo no puedo separarme de Jaehyun. Es físicamente difícil y emocionalmente, me destroza. Creo que lo necesito...lo quiero—confesé después de tanto tiempo guardándomelo. No sé en qué momento pasó, pero yo ya no podía ver a Jae como solo un amigo con derechos. Lo quería para más.—Él sabe que estoy dañado, sabe lo de mis padres y ¿sabes lo que hizo hace unas semanas?


Ten me veía con los ojos brillosos y una sonrisa. Su mano estaba tomando la mía dándome seguridad para seguir hablando.

—¿Qué hizo?

—Me llevó al lugar de mamá y papá. El letrero de Saturno que siempre decían, pero nunca dijeron dónde. Yo pensé que era ficticio hasta que Jaehyun me llevo a él sin pedírselo.—una lágrima cayó de mi mejilla.—Dios, incluso hizo que mejorara la relación con mi papá y ahora lo visito dos días a la semana...las líneas son muy confusas y borrosas cuando se trata de él. Espero que lo entiendas.

—Ahora lo hago.—Ten me abrazó muy fuerte.—Te amo mucho Tae y me hace muy feliz que te permitas la libertad de estar con alguien. ¿Cuándo le dirás?

—¿Tengo que decírselo?

—Claro que sí. La comunicación lo es todo tontito.—se separó y tenía una sonrisota.—Por lo que me cuentas, él también puede sentir lo mismo que tú.

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2022 ⏰

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No te enamores de mí [JAEYONG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora