Un nuevo comienzo

Capitulo 27: Si tu no estás aqui

La canción que acompaña este capitulo es "Si tu no estás aquí" de Sin Bandera... Muchas gracias por la paciencia.

Maura daba vueltas por la sala de espera, no podía sentarse, no podía pensar en nada mas... Ángel estaba en operación, la más crucial de su vida. Esa misma tarde podía perderlo si el destino lo quería, pero... No podía ser tan cruel, ¿Verdad? No era justo que lo vuelva a amar con esa intensidad para perderlo ahora.

-Todo va a estar bien, su papá es fuerte-Susurro mientras acariciaba su vientre.

Aún había cosas inconclusas entre ellos, aún había heridas por sanar. Pero esos dos días se encargó de pasarlos con él, de que se sintiera seguro para ese momento.

-Maura, tienes que sentarte, tienes que estar tranquila-La regañó Alondra-Por el amor de Dios, estas embarazada.

-No puedo, adentro está el amor de mi vida, ¿Cómo puedes pedirme que esté tranquila?

-Porque justamente esto era lo que él no quería, menos contigo estando en este estado. Y yo no cumplí con lo que me pidió, no hagas que me arrepienta-Maura sabía que su amiga tenía razón pero no podía evitarlo-Siéntate unos minutos aunque sea, aquí a mi lado-Ella asintió y lo hizo.

-Que conste que me siento porque me duelen los pies, no porque tú me lo hayas dicho-Alondra sonrió mientras negaba con la cabeza, Maura jamás cambiaria pero ella la amaba así como era.

Los minutos pasaban lentos, como si el reloj se burlara de sus sentimientos. Su cabeza no dejaba de imaginar mil escenarios diferentes, angustiándola. Ángel tenía que vivir, ¿Por qué las peores desgracias le pasan a las mejores personas? 

Su vida siempre había sido un sube y baja constante, tenía momentos de felicidad que luego le eran arrebatados para siempre. ¿A qué clase de maldición estaba condenada? Cuando era pequeña solo pudo ser feliz cuando tenía a Ángel a su lado, luego lo perdió y le toco salir adelante, fue una pésima mamá pero ella tampoco tuvo el mejor ejemplo. Antes no tenía a Lucia, ahora perdió a Marina. Se casó con Salazar, fue infeliz durante su matrimonio. Y ahora que recuperó al hombre de su vida, a su hija mayor y a Sofía, que tenía la bendición de tener dos hijos más con el hombre que amaba, les tocaba enfrentar esta situación. Pero Maura quería creer que todo iba a resultar favorable para ellos, era el momento de que tantas tormentas vividas le sean recompensadas.

-¡Mamá!-El grito de su hija la trae a la realidad. Sofia y Lucia estaban paradas frente a ella y solo puede tirarse en los brazos de sus dos pequeñas, se sentía egoista porque ella tenia que ser la fuerte pero no podía.

-Papá va a salir bien, mamá-Le dice Sofia mientras besa su cabeza.

-Gracias mis niñas por estar aquí, ¿Pero quién les dijo?-Miró a Alondra y ella negó con la cabeza desentendida.

-¿Por qué no nos sentamos, mamá?-Le pide Sofia, sabiendo lo que va a significar esto para su madre. Lanza un suspiro antes de hablar y tomó sus manos-Papá me lo dijo el mismo día que se enteró.

-¿Qué? ¿Y por qué no me lo dijiste Sofia?-Se soltó de su agarre-¿Es que acaso todos lo sabían menos yo? ¿Iban a esperar que a él le pase algo para decirme?

-Yo me enteré antes de venir para aquí.

-Papá me lo pidió, que mantuviera silencio, y de verdad me preocupaba tu embarazo, mamá. Perdóname, por favor-En lo profundo de su corazón, Maura no podía enojarse con su hija. La abrazó en silencio y esa fue la redención que necesitaba.

Mientras esto se desarrollaba, Federico pasaba por donde ellas estaban. Verlas ahí a todas le trajo una rara sensación. Maura lloraba en silencio y, pese a todo lo que pasó, él aún la amaba, así que se acercó.

-Hola Maura, Lucia, Alondra y...-Saludó a las mujeres reunidas.

-Sofia-Respondió su ex mujer.

-Hola Sofia-Saludó con cordialidad-¿Qué pasa Maura? ¿Qué están haciendo aquí?

-Ángel está en operación-Dijo con voz temblorosa y él pudo sentir el dolor que estaba sintiendo.

-¿Quieres venir a mi consultorio a hablar?-Ella lo miró con duda, mientras que las otras tres mujeres lo miraban serias. Finalmente, Maura asiente con la cabeza y se marchan juntos.

Al entrar, Federico le da un vaso de agua y se sientan frente a frente. Él toma su mano y ella suspira nerviosa.

-¿Cómo te sientes?

-Asustada, el amor de mi vida se encuentra en una operación y no sé como va a salir. ¿Cómo quieres que me sienta?-Exclamó frustrada-Lo siento-Dijo cuando se dio cuenta a quién se lo estaba diciendo. 

-Creo que es hora de que lo asuma, Maura.

-¿De qué hablas?

-De que él es el hombre que amas.

-Salazar, vamos a ser padres nuevamente, por supuesto que es el hombre a quien amo.

-Perdóname Maura-La tomo de las manos-Perdóname por todo el daño que te he hecho, por no haberte entendido, por no haberte ayudado con Marina.

-Marina...-Sonrió ligeramente-¿Cómo está ella?

-Mejor, Maura. Viajar le sirvió y tomó terapia. Quizás más adelante puedan volver a encontrarse.

-Gracias Salazar-Le sonrió.

-No he olvidado lo lindo que brillan tus ojos cuando estás embarazada.

-¡Salazar!-Lo regaña divertida.

-Ya, ya. No digo más nada-Levanta sus manos en señal de rendición y ambos sueltan una risa-¿Estás más tranquila?

-Si, gracias. De verdad.

Unos golpes en la puerta llevan al final de tan calmada plática.

-¿Sí?-Pregunta Salazar.

-Señor, la señorita Lucía me pidió que le avise que Ángel salió de su operación.

-Gracias.

Maura se levanta como resorte pese al peso que llevaba en su vientre y sale apurada, lo más rápido posible pero pensando en sus hijos hasta llegar junto a sus hijas.

-¿Y? ¿Qué les dijeron?-Preguntó desesperada

-La operación salió bien-Le dijo Alondra con lagrimas en los ojos, mientras que Maura la abrazaba.

-Bendito sea Dios-Lloraba intentando descargar su frustración, su miedo, cuando sintió una contracción qué la hizo retorcerse pero respiró y volvió a recomponerse.

-Lo están llevando a la habitación-Informa Lucía y Maura suelta a su comadre para abrazar a sus hijas.

-¿Cuándo podremos verlo?

-En un rato, nos van a avisar.

-Gracias hijas por estar acá y perdónenme por todo lo mal que pude tratarlas.

-Te amamos mamá-Respondieron a coro.

Por más que estaba feliz que él hubiera salido bien, aun en su mente resonaba que los médicos no le daban más de un año. Quería creer que podía aparecer un milagro, algo que los mantuviera juntos y que el destino no le arrebate al hombre que más había amado en la vida. ¿Podía ser eso posible?