Capítulo VIII

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Mingyu levantó la cabeza cuando oyó la puerta debido a su sonido característico procedente de las campanillas que había colgadas en el techo cuando estas chocaban con el pico de aquel cristal.

-Oh, Wonwoo-ah, ¿no tenías hoy clases de inglés? -Preguntó mientras volvía la mirada a su libro de matemáticas.

-Le dije a mamá que tenía que hacer un trabajo -habló mientras se sentaba en la mesa que había justo al lado del mostrador.

-¿Y qué tal fue?

-¿Hm? No, no tengo ningún trabajo, ¿recuerdas que vas conmigo a clase? Lo hice para venir a verte, no tenía ganas de estar en clase de inglés.

Mingyu suspiró y lo miró.

-Wonwoo, no deberías de hacer eso.

-¿Y por qué no? Inglés nunca me ha gustado y lo paso mejor estando contigo.

-Si esto va a seguir así, será mejor que volvamos a estar como antes, Wonwoo -advirtió.

-¿Como si no nos conociéramos? ¿Por qué dices eso? -Frunció el ceño.

-Porque solo llevamos viéndonos un mes y todo de ti ha cambiado. Siento que ya no eres el mismo que el primer día, que estás cambiado por algún motivo y ese motivo no quiero ser yo. No quiero que dejes de estudiar para estar conmigo y mucho menos que mientas a tu madre.

-Pero Mingyu...

-No, Wonwoo, me haces sentir como si fuese una mala influencia para ti. Te dije que no quería que entrases en mi vida, lo que también implicaba no entrar en la tuya.

-¡Mingyu-ah! -se levantó de la silla y lo miró asustado.

-No quiero que todo vuelva a acabar mal, y parece que todo va por ese camino.

-Está bien, vale, iré a clase de inglés, lo prometo. No volveré a mentir a mamá, ¿sí? Pero sigamos igual, por favor, Gyu-ah, no me vuelvas a apartar de tu vida. No he cambiado -tocó su cuerpo- ¿ves? Sigo igual.

Mingyu volvió a suspirar y asintió. A decir verdad, aún se sentía extraño estar cerca de alguien más, de pasar tiempo con otra persona que no fuese Seokmin o la abuela, pero no podía negar que era agradable, que le gustaba y que lo había extrañado.

Wonwoo dedicaba todo su tiempo libre a él, no sólo a pasar tiempo con él haciendo cosas juntos, sino también a estar en casa porque entendía que no todos los días tenía ganas para salir a hacer cualquier cosa que se les ocurriese. Quizás decir que todo el tiempo lo habían pasado yendo a cines o librerías, tiendas de discos o cualquier otro lugar, era excesivo, mas porque gran parte de las tardes, el más alto las tenía ocupadas con el trabajo. Sin embargo, agradecía que incluso en sus tardes ajetreadas, Wonwoo se pasase por allí para estar con él aunque sólo fuesen unos minutos para después irse.

-Pero ya que estoy... ¿Puedo quedarme aquí?

-Wonwoo -dijo serio.

-Está bieen, me iré -dijo recogiendo sus cosas- nos vemos mañana -habló con desgana y se giró a despedirlo.

-Te iré a recoger después del trabajo -propuso algo avergonzado- cenemos juntos.

-¿Lo dices en serio?

Mingyu asintió.

-¿Pero de verdad?

-¡Wonwoo-ah! No me hagas repetirlo, por favor -topó sus orejas que comenzaban a tomar un color rojo bastante llamativo.

Wonwoo no pudo evitar sonreír. Le parecía tierna la forma en la que Mingyu daba a conocer su vergüenza cuando decía cosas por el estilo. Sabía que había cosas que aún tenía que conocer en él, y se aseguraría de darle el tiempo suficiente para que confiase en que podía contar con su apoyo y que él no lo iba a juzgar. Era consciente de que el Mingyu que una vez conoció en su infancia, estaba escondido tras una coraza difícil de quitar, pero estaba seguro de que sería capaz de destruirla para traer de vuelta al Mingyu que de verdad debía estar ahí. Quizás sus esperanzas era lo único que quedaban, sabía que Mingyu todavía tenía en la cabeza que su presencia traía mal, y momentos como los de hoy, se lo demostraban. Había recuperado a Mingyu, pero no una gran parte de él. Sin embargo, debía reconocer, que aun con todo, había momentos en los que vio volver a su verdadero y pequeño amigo, pero era algo momentáneo, mas porque, unos minutos más tarde lo veía volver a ser el Mingyu apagado y decaído que estaba acostumbrado a ver.

You're my hope [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora