Capítulo X

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Mingyu puso la mano sobre su cabeza y se incorporó sobre su cama. Miró a uno de sus lados y seguidamente, suspiró. Puso su mano sobre la cabeza de Wonwoo y lo acarició como si fuese un pequeño gatito. Se levantó de la cama y se revolvió el pelo con la mano. Hacerse una taza de café fue lo primero que pensó; sin embargo, decidió salir a por unos dulces para ambos. Lo más probable era que Wonwoo tuviese hambre cuando le diese por despertar por no haber cenado la noche anterior, y no quería matarlo por no darle de comer.

-¿Te vas? -habló Wonwoo en un susurro.

-A por algo de comer -respondió Mingyu mientras se ponía los zapatos- puedes seguir durmiendo hasta que vuelva, la cama es toda tuya.

-Podemos hacer nosotros el desayuno -dijo Wonwoo sentándose a su lado a la vez que se restregaba uno de sus ojos.

-¿Qué te apetece? -preguntó el más alto mientras apoyaba los brazos sobre sus piernas y lo miraba.

Wonwoo sonrió dulce cuando giró la cara hacia él y dejó caer la cabeza sobre su hombro.

-Está bien solo con un café, no es necesario que salgas a comprar nada.

-Anoche no pudiste cenar, deberías comer algo.

-Entonces hagamos unas tortitas y listo, de todas formas, no tengo demasiada hambre.

-¿Qué se necesita para hacer las tortitas?

-Harina, huevo, sal, aceite, leche, levadura, mantequilla y azúcar -susurró mientras contaba con sus dedos todos los ingredientes.

-Saldré a comprar la levadura -ató sus cordones.

-Pues hagamos crepes si no tienes, no hace falta que salgas solo a por eso.

-Está bien, pero me tendrás que enseñar, porque yo no sé hacer nada de eso -protestó.

-Estaré encantado de hacerlo -levantó la cabeza y lo miró sonriendo.

Mingyu lo miró de vuelta, no sabía cómo agradecerle todo lo que estaba haciendo por él. Tal vez para Wonwoo simplemente eran acciones insignificantes, pero para Mingyu significaban mucho más de lo que podía explicar con palabras. Wonwoo se levantó y cortó la mirada entre ambos, fue directo a la cocina, comenzó a rebuscar por los cajones y sacó todos los ingredientes necesarios para hacer un delicioso desayuno.

-¿No vienes? Te perderás el proceso -dijo Wonwoo.

Mingyu se quitó las deportivas y se puso los zapatos de estar en casa nuevamente. Se levantó y se colocó a su lado.

-¿Qué hago?

-Primero, mezcla la harina, la sal y el azúcar en otro bol más grande. Luego, añade el aceite, los huevos y la leche y mézclalo hasta que no queden grumos.

Mingyu realizó todo lo que Wonwoo le indicaba, con cuidado para que saliese bien, estuvo a punto de tirar la toalla cuando su brazo se quedó dormido de tanto moverlo en círculos, pero después de unos minutos el cosquilleo volvió a desaparecer y continuó su tarea.

-Bien, esto... ya está -habló Wonwoo sacando el último crepe de la sartén.

-Tienen muy buena pinta, y huele genial, creo que tengo mermelada, ¿quieres?

Wonwoo asintió y se sentó en un taburete mientras Mingyu la sacaba de uno de los pequeños armarios de la cocina.

-¿Te sientes mejor? -Preguntó Wonwoo.

Mingyu asintió.

-Siento haberte preocupado.

-No lo sientas -negó-. Gyu-ah, quiero que seas tú mismo cuando estemos juntos, no es necesario esconderme cómo te sientes o pedirme disculpas por ello. Aunque no pueda ayudarte, quiero que sientas que puedes ser tú mismo aun cuando estás con alguien. No estás solo, ¿sí? Ya no -habló Wonwoo levantándose del pequeño taburete donde estaba sentado para ponerse en frente suya-. Quiero ser el lugar seguro al que vengas cuando todo vaya mal, cuando no puedas más o cuando cosas buenas te estén pasando. No quiero que pienses en mí como alguien que solo está ahí a veces, solo para pasar el tiempo. -Acarició la mejilla de Mingyu con delicadeza mientras lo miraba a los ojos y le mostraba una pequeña sonrisa.

You're my hope [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora