Capítulo XVI

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Wonwoo se levantó de la silla de la sala de espera cuando lo vio aparecer por el pasillo y preguntó a los médicos qué tal habían ido las pruebas. Estos entraron a Mingyu a la habitación y salieron nuevamente para hablar con él. Mingyu suspiró cansado y miró el techo. No sabía qué era lo que le había llevado a estar así, pero prefería no saberlo.

—¿Cómo estás, Mingyu? —preguntó Chan entrando a la habitación.

—Oh... estoy- estoy bien, creo —respondió.

—Eso es bueno —dijo sentándose en un pequeño taburete a su lado.

—¿Tú- tú estás bien? —preguntó esta vez Mingyu.

—Hm —afirmó—. Me alegra que sigas con nosotros —admitió con una pequeña sonrisa.

Mingyu sonrió para sí mismo.

—Me alegra poder volver a veros. De verdad pensé que todo iba a acaba cuando sentía que no podía mover mi cuerpo.

—¿Puedes hacerlo ahora?

—Puedo hacerlo —afirmó levantando su brazo despacio y colocando su mano sobre la cabeza del más pequeño—. En realidad, teneros a vosotros me ha dado fuerzas para querer seguir aquí, quizás por eso lo estoy ahora mismo —le revolvió el pelo.

—Es bueno oír eso... Creo que, si no hubieses vuelto a estar con nosotros, no sabría cómo haber lidiado con Wonwoo, realmente estos días ha estado insoportable.

—Lo siento —dejó caer su mano— no era mi intención preocuparos.

—No es tu culpa, nadie sabía que esto iba a pasar —lo miró mostrándole una sonrisa de apoyo.

—Aun así...

—Gyu... —ambos miraron a la puerta y Mingyu no pudo evitar mostrarle una pequeña sonrisa mientras el contrario se acercaba a él— Dios, te odio tanto —dijo mientras se limpiaba las lágrimas e iba a abrazarlo.

Mingyu oyó la puerta cerrarse, dando a entender que Chan había salido de la habitación para dejarlos solos, y no dudó en rodear la cintura de Wonwoo con sus manos y sentir el calor que hacía días que no tenía. Quería atesorar ese momento de por vida; incluso si Wonwoo estaba llorando por él mientras le decía todo lo que le odiaba.

—Woo... Lo siento, lo siento tanto, de verdad —dijo con voz apagada.

—Pensé que te perdía, que no ibas a volver a verte —admitió mientras se aferraba a él—. Pensé que jamás iba a poder estar así contigo de nuevo —sollozó con la voz desgarrada—. Lo siento, Gyu... —se disculpó mientras se escondía en su cuello— todo esto ha sido por mi culpa —dijo Wonwoo mientras rompía en llanto.

—Ey, Woo, nada de esto es tu culpa —intentó aliviar su llanto mientras acariciaba su espalda— nada de lo que me pase es tu culpa, ¿vale? —habló esta vez de manera dulce para tranquilizarlo—. Wonwoo, mírame.

Wonwoo negó sin parar de llorar.

—Wonwoo...

Wonwoo volvió a negar mientras se aferraba a él.

—Estoy aquí, y eso es lo importante —siguió hablando a la vez que cogía su cara para separarlo de él y verlo a los ojos—. Nada de lo que haya pasado es culpa tuya, incluso si es muy grave. Nada, ¿me entiendes? Volver a verte es lo más preciado para mí, pero no quiero verte roto en pedazos, Woo... Quiero volver a ver esa sonrisa tan bonita que tienes —admitió Mingyu mientras limpiaba suavemente las lágrimas de las mejillas de Wonwoo—. Quiero volver a ver a mi Wonwoo, ese que me anima, que es alegre, divertido y que siempre está feliz. Verte así me duele, no me gusta que llores —dijo con una voz suave mientras lo atraía a él para besar las lágrimas que aún dejaba caer.

You're my hope [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora