Capítulo XIV

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-Chan, ¿qué es lo que se supone que haga si él no despierta? Él no está despertando, joder, no lo está haciendo y todo esto es...

-WONWOO -gritó cortándolo Chan­-. Como te atrevas a decir lo que estás pensando, voy a pegarte, y esta vez será de verdad. Joder, ¿qué culpa tienes de que no despierte? -dijo enfadado con los ojos aguosos.

-Chan... -cogió su mano.

-No -soltó su agarre y se alejó de él- ya habíamos hablado de esto, Wonwoo, y me prometiste que no pensarías que eras culpable de nada de lo que pasó. Mira, estoy tan dolido como tú o puede que más cuando te estoy viendo todos los días aquí deprimido. Estoy harto de esto, estoy contigo, pero también necesito que lo estés conmigo. No eres el único que está mal por cómo está Mingyu. Él también es importante para mí, aunque no demuestre que esto me está afectando, lo está haciendo y veros a los dos mal, me está rompiendo por dentro -dijo sin poder contenerse.

-Yo... Chan, lo siento...

-Está bien, déjalo, me iré a casa. Espero que cuando vuelva, todo eso que ronda por tu mente ahora mismo haya desaparecido. Independientemente de lo que le pase a Mingyu... -siguió diciendo- no habrá sido tu culpa. Por favor, no entres en el bucle en el que él se encuentra -dijo limpiándose las lágrimas y cogiendo su chaqueta-. Nos veremos luego, le diré a mamá que te traiga comida.

El silencio se formó una vez que Chan abandonó el pasillo de la habitación y Wonwoo no pudo evitar volver a romper en llanto. Si decía que la noticia que le había dado el médico cuando llegó a la habitación no lo había roto más de lo que estaba, mentiría, pero escuchar que realmente no sabían cuándo iba a despertar, si llegaba a hacerlo, lo había acabado de hundir.

Sintió cómo alguien se sentaba a su lado y se limpió las lágrimas con rapidez sorbiendo sus mocos a la misma vez. No iba a esconder mucho, pero tampoco quería verse miserable.

-Ten -dijo ofreciéndole un té- te sentará bien.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó cogiendo el pequeño vaso de plástico- Chan acaba de irse, y dudo que vuelva hoy, puedes volver a casa si quieres.

-Tú también deberías irte a descansar.

Wonwoo suspiró.

-Me quedaré aquí hasta que despierte, no voy a dejarlo solo.

-Puedo quedarme si eso te preocupa -sugirió.

Wonwoo lo miró y le mostró una pequeña sonrisa.

-Gracias Seungcheol, pero prefiero quedarme yo.

-¿Está bien que me quede por un rato?

-Lo que desees -asintió Wonwoo sin ánimo alguno.

Wonwoo entró de nuevo en la habitación y dirigió su vista a Mingyu, volvió a suspirar y se sentó al lado de la cama.

-Gyu-ah... -lo llamó cogiendo su mano- por favor, no puedo más, necesito que despiertes, ¿sí? Necesito que estés conmigo, no sé qué hacer sin ti aquí fuera. Nada de mi vida tiene sentido si no estás. Yah, Mingyu, no puedes volver a dejarme solo, no de nuevo -sollozó apoyando la cabeza en su estómago.

Quizás ahora entendía un poco más cómo se sentía Mingyu, cuáles eran sus pensamientos diarios, por qué se veía triste a cada instante, pero si para poderlo entender a la perfección tenía que estar en aquella situación, no quería entenderlo. Prefería darle consejos sin saber, a estar como estaban. Odiaba aquello y juraba que cada día que pasaba las esperanzas que tenía se iban esfumando.

-Mingyu-ah... -volvió a llamarlo- Gyu... -susurró adormilado- ¿puedes volver conmigo? -dijo cerrando los ojos.

Sintió un pequeño movimiento en su mano y no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa triste antes de caer profundamente dormido.

You're my hope [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora