Prólogo

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La veo. Es una chica preciosa... con un pasado turbio. Prácticamente no recuerda nada de su vida anterior. Ni si quiera a mí. Y lo más gracioso: no puedo decirle quién soy en realidad ni por qué he venido.
Lo único que puedo hacer es rezar para que me recuerde. Para que recuerde quién es en realidad.

Ella no lo sabe, pero llevo observándola desde hace años. Sé cuanto sufre, y no puedo verla así por más tiempo.
Tengo que hacer algo al respecto.
Hay demasiado en juego, pero desde que sucedió la tragedia, May no ha vuelto a ser la misma. La chica dulce, amable, simpática y cariñosa que todos conocían ha sido substituida por una chica fría y solitaria. Ella no lo sabe, pero se ha encerrado a sí misma aislándose del mundo exterior. Mi misión es hacerla salir, hacerle ver que el mundo es un lugar bonito, pero también tengo que enseñarle que tras esa puerta que ella mantiene cerrada hay un sentimiento que la espera con anhelo y pasión: el amor.

Corazones de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora