Chico popular - Kookmin

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No hay nada que Chan me diga que me haga sentir mejor. Es más, él está más alterado que yo al verme llorar aquí sentado en el suelo de su oficina, desconsolado. Yo solo quisiera que se vaya y me deje solo. 

Jungkook terminó conmigo. No me importa nada más.

— Uh, Jiminie. ¿Te traigo un vaso con agua? ¿Un calmante? No sé, dime — continúa Chan.

Un frasco entero que me traiga si quiere. Sería capaz de tomarme todas esas pastillas ahora con tal de que esté dolor insoportable se vaya.

Cada una de las palabras de Jungkook retumban en mi mente una y otra vez y me lastiman. 

Necesito que vuelva y me diga que solo es una pelea más. Que solo fue una discusión como las anteriores. Que no es real. No puede ser que se haya terminado en serio.

Chan no sabe qué más hacer conmigo así que finalmente se va y me deja solo. No obstante, minutos después regresa, y con Jun. Éste se arrodilla en el piso frente a mí.

No dice nada. Solo deja un beso en mi frente y se queda unos segundos allí tomándome la mano mientras yo tengo la mirada perdida en la nada misma. Al menos dejo de llorar. 

— Vamos, te llevaré a casa — habla después y se pone de pie. Me jala y me levanto entonces yo también.  

— Por favor, cuídalo — le dice Chan a Jun mientras dejo que me ponga una mascarilla y una gorra. — Ya veo que me invento aquí. No se preocupen.

Así que nos vamos. Jun me guía a la salida sin soltarme la mano. Yo siento que no tengo fuerzas ni para caminar. Pero mi amigo no deja que me detenga. Vamos al estacionamiento. Evadimos a la gente que nos cruzamos y agacho la mirada para que no noten mis ojos tristes e hinchados.

Entramos a su auto y nos vamos de la empresa. El viaje es silencioso. No digo nada. Él tampoco. Solo apoyo la cabeza contra la ventana y observo hacia afuera. Estas calles, esta ciudad a la que no estoy seguro si alguna vez debí venir.

Jun me lleva hasta mi departamento. Me dice que me siente ahí en la cocina, y él se pone a buscar en los muebles los utensillos para cocinar aparentemente.

— ¿Qué haces? — pregunto.

— Te hará bien comer algo para recuperar fuerzas — me dice. 

— ¿No vas a preguntar qué pasó?

— No. No hace falta. Chan me contó algo cuando me fue a buscar, el resto me lo puedo imaginar.

— Se terminó...Jungkook y yo — le cuento. Se me llenan los ojos de lágrimas una vez más al decirlo. — Finalmente se cansó de mí. Eso dijo, que estaba cansado.

— ¿Qué hay de ti? ¿No estás cansado también? Mírate, Jimin — se da vuelta y me mira. — No me digas que no sabías que esto pasaría tarde o temprano. Minie, lo sabías… 

Me quedo mirándolo. No sé qué decir. ¿Lo sabía? ¿En serio? 

De ser así, al menos no esperaba que todo explotara tan pronto. 

Esperen, no fue pronto. Han pasado tres años. Ha pasado mucho tiempo…

¿Acaso me estuve engañando todo este tiempo creyendo que Jungkook me amaría a pesar de todo?

Dios, qué iluso fui. 

Resulta que nuestro amor al final, nunca fue tan fuerte como creímos.

Me siento un idiota pero aún así sigo molesto con él, conmigo, con los dos. Me culpo por haber permitido esto durante tanto tiempo. Lo culpo a él por solo terminar e irse.