🔸28🔸

2K 292 115
                                    

— Se fueron rapidísimo — dice Jun cuando separa sus labios de los míos. Me dejó sin aire, siento que necesito respirar y procesar lo que acaba de pasar. — Te dije. Los besos en público incomodan a la gente. 

Finalmente me devuelve mi espacio personal y me toma de la mano para poder llegar al auto lo más rápido posible. Una vez allí, me siento nervioso. No sé qué decirle y creo que Jun lo nota. Las cosas se sienten raras entre nosotros. 

— Uh, perdóname por ese beso — es el primero en hablar. — Solo quise…cubrirte. 

— Sí, lo sé…funcionó ¿verdad? — respondo tratando de quitarle importancia. 

— Sí, funcionó. Igual no te preocupes. No volverá a pasar. Seguramente lo que menos quieres ahora es andar besando a un tipo como yo — bromea. 

Le sonrío pero por dentro sigo pensando en ese beso. Fue tan raro lo que sentí. Supongo que debe ser porque nunca besé a otra persona en mi vida que no fuese Jungkook. Y porque nunca creí que lo volvería a hacer. 

— Bueno, ¿todavía quieres aprender a conducir? — pregunta luego. — Vamos a tener que ir a un lugar donde no mates a nadie — ríe. 

— Claro, vamos. 

Dejamos el asunto del beso atrás y me lleva a unos caminos de tierra cerca del hotel por donde no transita casi nadie. Estoy nervioso pero también muy ansioso. Tengo muchas ganas de aprender y hacer algo por mi propia cuenta. 

Intercambiamos lugar y así empieza una tarde de aprendizaje bastante atolondrada. Es que creí que conducir un vehículo era algo sencillo, pero no, es complicado. Eso, o yo soy bastante inútil para hacer algo que no sea bailar o cantar. Como sea, me divierto muchísimo, sobre todo al ver la cara de pánico de Jun cuando aprieto el pedal de la velocidad. Esta parte de estar a cargo de un auto sí me gusta. 

Por suerte no hay personas a las que pueda chocar por aquí cerca. Aunque sí hay muchos árboles y arbustos. 

— Jimin, baja la velocidad para doblar — me advierte Jun cuando estamos llegando a una curva en el camino. 

— Ya la bajé — respondo. 

— Más despacio — insiste él. 

— Tranquilo, tengo todo bajo control — miento. La verdad no tengo idea de que estoy haciendo. Pero es divertido. 

— Recuerda que es un auto alquilado, y que quiero llegar vivo a los 30, por favor — me dice asustado. 

Llego a la curva y tal como él creía voy demasiado rápido para tomarla normalmente. Trato de frenar y eso hace que el auto se desvíe, pero se detiene. No lo suficientemente rápido de todos modos como para evadir un árbol al costado del camino. 

Lo golpeó levemente con la parte trasera del vehículo y es lo que finalmente nos detiene. No nos pasa nada, estamos bien, pero ese fue un viaje de adrenalina pura inolvidable. 

Comienzo a reírme. En cambio Jun todavía no sale de su asombro con lo que acaba de pasar. 

— Estás demente. Comienza a rezar para que no tenga una abolladura — es el primero en salir del auto.  

— Oh, solo rocé el árbol, no pasa nada — niego. Salgo también y me quedo a su lado observando lo que le hice al pobre auto. No salió ileso, pero no es nada que no se pueda arreglar. 

— Bueno, al menos tenemos seguro para esto — suspira Jun. 

— Y si no, yo lo pago, qué problema hay — respondo.

— El problema no será con la agencia de autos, será con Chan. Nos matará a ambos. Sobre todo a mí por poner en riesgo tu integridad física. 

Chico popular - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora