Zack Holister es un cantante conocido mundialmente, cada vez que comienza un show le hace tributo a su cantante favorito: Bruno Mars.
En un show ve a una bonita chica, y desde entonces empieza a verle el sentido a las canciones de ese cantante.
•His...
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3|Just the way you are
Zack Holister
Luego de estar tres horas en el avión, junto a una gran compañía, nos vamos en un auto hacia un hotel. Llegamos a la gran manzana, llegamos a Nueva York.
Es la tercera vez que lo visito, pero se siente como la primera vez. Esta cuidad es hermosa y cada vez me sorprende más. Su gente, sus alrededores, sus paisajes y lo fotogénica que es, todo de Nueva York me encanta.
Ziggy nos da indicaciones y, en el oído, me dice que debemos hablar. Acompaño a Bailey hasta su nueva habitación, que está a dos puertas de la mía, y voy a la habitación de mi representante.
Toco la puerta y ella me abre, dejando ver su cara de confusión.
—Te lo quise preguntar hace horas, agradece que esperé— dice, sentándose en el sofá de su habitación. Cruza las piernas en una posición muy femenina y muy típica de ella. El traje rosa elegante la hace ver muy seria—. Ya, quién es ella.
—Una fan— respondo sin chistar.
—¿Trajiste una fan desde Detroit hasta Nueva York sin avisar y sin conocerla?— por cómo lo dice creo que no le agrada la idea.
—Bueno... la vi en el último show y...— me corto a mí mismo.
—Te enamoraste— termina por mí y frunce el ceño.
—Tal vez— susurro en respuesta—. Por favor, no te enojes.
—Niño, jamás me enojaría por eso— sonríe—. Era hora de que ya busques a alguien.
—¿Fui muy rápido?— cuestiono, repicando los dedos en el apoyador del sofá en el que estoy sentado.
—Para el amor, el tiempo no existe— reflexiona, pero no entiendo lo que quiere decir. Ella lo capta, voltea los ojos y sigue explicando—. Zack, si lo hiciste fue por algo, no traerias a cualquier fan, y fuiste seguro, está muy bien.
—A ella le gusta Bruno Mars— mi estupida sonrisa no se borra.
—Oh, tú y tu extraña obsesión con ese cantante— voltea los ojos y luego sus ojos color marrón claro me miran—. Aunque, le debo mucho a ese tipo, gracias a él estás aquí, ¿cierto?
—Sí— sonrío de lado.
—Cambiando un poco la conversación— anuncia y la escucho atento—. Hoy tienes un show, en la tarde debes ir a la prueba de sonido— sonríe—. Anda, puedes llevar a esa niña bonita.
