Mi propia muerte

Capitulo 11

Jenifer

Ese documento me traía desquiciada durante los siguientes días después de que llegara al apartamento de Jack.

Estar en su casa "viviendo" por los ruidos de los vecinos, ver a su familia, pasar la noche vieja con él y notar en nuestra relación un gran paso de tener una confianza solida me anima mucho a darle pistas de querer estar más profundamente con él.

Por fin te vas a acostar con él, gracias dios por escucharme todas las noches

Que alivio saber que mi conciencia y yo no estamos de acuerdo en nada, sería muy raro que tuviéramos un pensamiento juntas.

Bueno, a lo que iba, el apartamento por lo que había podido cotillear contaba con: dos habitaciones, dos cuartos de baño, el comedor inmenso con terraza donde está techada para tanto el calor como el frío y la cocina. En el momento en que entré por primera vez me sorprendió verla tan moderna, pero con clase, o más bien sencillo, la entrada es sencilla con un espejo y justamente al lado un perchero con una pequeña tablilla para poner las llaves. El pasillo de la entrada no es muy largo por lo que solo hay que dar unos siete pasos para dar paso al comedor, era los muebles más chulos que había visto; los ventanales estaban al frente por lo que daba paso a verse mi edificio desde aquí, el sofá grande estaba de lado a las ventanas y justo en la pared de enfrente de este se encontraba colgada la tele gigante.

En el mueble de debajo de la tele se encuentra la caja fuerte de Jack donde está ese documento extraño, pero ese no es el caso; también está la mesita de café, detrás del sofá está la mesa familiar donde comimos en noche vieja y la puerta donde te conduce a la terraza. Al girarse a la izquierda para continuar con ese recorrido ves la cocina con una isla en medio, y los muebles encima de la encimera con otra puerta pequeñita al lado que es la despensa y la del final que es donde se encuentra la lavadora y secadora. Al salir de la cocina y vas al otro pasillo de la derecha te encuentras con las habitaciones, pero tu entras y dices, pero ... si hay tres puertas, ahora te lo explico; las dos de la derecha son tonto la habitación de Jack como la de invitados y la de la izquierda es el baño pequeño, pero es baño.

La habitación de Jack se compone por: la cama justamente en medio, apoyado en la pared; las mesillas a los laterales; enfrente de este se encuentra un pequeñito barcón que seguramente lo tomara para fumar, sí, Jack fuma, en casos muy raros, pero lo hace. La puerta de al lado que te conduce a un gran vestidor por donde ves toda su ropa formal e informal y al entrar ese característico olor a perfume de hombre que me encanta o más bien babeas; y ya por último la puerta de enfrente de este donde se encuentra el baño con: una bañera y ducha, el lavabo, el inodoro y un armarito donde están las toallas.

Tú entras a esta casa en general y te da tranquilidad, es como la sensación de que hasta las paredes pintadas de ese tono blanco y gris te trasmitieran su energía positiva.

No va a ser para nada que este el guaperas

Cállate

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Al regresar al comedor para ponerme a estudiar el examen que me falta, mi mente está todo el rato en ese documento guardado bajo llave en el armario de debajo de la tele. La curiosidad me puede así que dispuesta a intentar abrirlo voy directa, también me aseguro de mirar la hora para que no me pille Jack, viendo que le falta por lo menos una hora para terminar de trabajar y media para que regrese me da tiempo da sobra.

La caja fuerte parece necesitar un código y llaves, por lo que se ve, primeramente, hay que poner la clave así que intento todos los códigos suyos que me sé.