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El dos de junio de dos mil diecinueve, a las a las seis cero cero pm lo cambió todo para él, ese día en concreto tenía planeado secuestrar a un objetivo nuevo, ella se llamaba Jenifer Smith. Estaba tan tranquilo haciendo mi trabajo, cuando de repente me saltó una alarma de un sospechoso para un caso nuevo.
Por fin se pone interesante el día.
Nada más ver su perfil y antecedentes supo que iba a ser la elegida, ella era una chica delgada, de piel blanca como la leche, ojos verdes oscuros y profundos, pelo castaño. Sin ningún caso en los que se haya metido en líos, diecinueve años, estudiante de universidad, viviendo en un piso compartido con lo que pienso que será alguna amiga, o compañera y algo muy interesante, se está especializando en el periodismo.
Será complicado eso, pero los retos me van como anillo al dedo. ¿Qué tendrá escondido esta suculenta presa?
Decidieron asignárselo a unos de sus compañeros, pero con una pequeñita ayuda mía, lo consiguió como es de costumbre. Me intrigaba mucho la chica, no os voy a engañar. Al final conseguimos estar de acuerdo en algo, quién lo diría.
Pero por poco tiempo chaval, te ayudo por interés propio
Lo que no se llegaba a esperar era que fuera su perdición, y la causante que lo lleve directamente a la locura. Eso era algo digno de apreciar.
Ese día se propuso ir a secuestrarla, pero cuando la vio en persona algo en él cambió, o más bien sintió; su idea se trataba de atraerla, seducirla y llevársela. Iba caminando tranquilamente para su universidad con la intención de "hacer su trabajo", cosa que estaba muy poco interesado, el chaval no sabía qué interés tenía el otro, pero hoy se encontraba desganado.
Cuando la vió ahí plantada, con la mochila en el hombro, hablando con alguien que no me importaba, y vestida con unos pantalones ceñidos, esas piernas tan bonitas, con una camiseta corta blanca con un estampado de flores y unas botas.
Wow, buena combinación para ser la siguiente en mi lista.
Al salir de su estado de invocación por su belleza se dirigió hacia ella, sin importarle ya el caso, matarla, o su erección (bastante notable). No tenía ni idea de lo que le pasaba en el cuerpo, la tensión que llevaba al verla no era como de costumbre por sus ansias de matar, sino que parecía nervios. Cosa que a él le incomodaba, echándole la culpa al chaval.
-HOLA- se tapó la boca al instante, ¿que le estaba pasando? Normalmente, no se pone así de nervioso- Perdón, empiezo de nuevo, hola soy el detective Jack y me han asignado un caso por la desaparición de un compañero tuyo. Al ser la principal sospechosa señorita...
-Jenifer, Jenifer Smith. Sin ser muy entrometida me gustaría saber qué clase de pruebas tienen para ser la sospechosa, porque si se está refiriendo a la chica de mi clase Patricia le puedo asegurar que no llegó a tener ninguna relación con ese sujeto- actúa a la defensiva.
Madre mía qué carácter tiene, me gusta. A parte de que arruga mucho la nariz cuando se enfada. Pero ¡¿qué me está pasando? Piensa en cuerpos desangrados, huesos rotos, sudores fríos, ...
ufff, mucho mejor. Concéntrate hombre.
-Bueno sigue siendo una sospechosa del caso,- intentó reaccionar del shock por pensar en ella- así que solo le haré unas pequeñas preguntas y ya.
Le realizó las preguntas y al terminar decidí sin permiso de nadie salir para realizar yo mis preguntas. O sabía todo lo que quería, o entonces no se separaría de ella.
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Mi propia muerte
HorrorUn niño convertido en asesino en serie, una chica con una venganza planeada Una historia contada por la perspectiva contraria ¿ qué llegó a pasar ?