Capitulo 5

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Jenifer

   JO-DER

   Esto es una broma de mal gusto o que. Primero que me ponen a mí como una sospechosa de la desaparición de Patricia, me viene un tipo raro de la policía a hacerme unas preguntas, aunque no estaba nada mal y ahora ese mismo tipo me viene a recoger a mi casa porque quiere salir conmigo. 

   Es de locos, yo creo que es una pesadilla, tampoco descartaría que fuera real al tener tan mala suerte en la vida. En fin, que no quiero nada de esto, prefiero estar con el pijama metida en la cama con un cubo de palomitas de maíz y mantequilla.

- ¡Venga ya Jenifer sal ya que no tengo toda la noche! -seguía repitiéndo Casandra como si fuera una canción en bucle, una y otra y otra ... ¿qué le pasaba a esta chica que no me quiere ayudar?

- ¡EYY! -se escucha la puerta romperse con el impacto de una persona empujando- Pero... ¡QUÉ TE PASA LOCO, NO SABES LLAMAR O QUE!

   Sin decir ni una palabra en silencio se va acercando a mí, a la vez que voy retrocediendo hasta encajonarme en la esquina de mí habitación. Cuando llega a mí me coge como si fuera un saco de patatas y me va sacando del edificio, al ver la cara de mi "querida amiga" y yo todavía en shock, me doy cuenta de que si es real todo.

   menos mal que te has llegado a poner algo de ropa

- ¡Me vas a soltar, o vas a cargarme todo el rato animal! -pataleaba como si fuera una niña pequeña mientras le daba golpes en la espalda.

   Siento como una mano impacta en mi culo, eso me remueve tanto el estómago que siento algo extraño en mi interior y el cabreo que se me formó al instante. Esto era de locos, ir por la calle de esta manera me daba vergüenza.

-Muñeca, relájate si no quieres que te dé otra vez, pero de la manera que me gusta a mí- escucho como ríe con esa voz grave y potente que ya noté en la pequeña "entrevista" sobre su interés. No estaba del todo mal vestido como una persona normal, y no como un sexi trajeado.

   Concéntrate de una vez

   Provoca un cabreo mayor en mí haciendo que me ponga roja como un tomate y resistiéndome a meterme en su coche. De camino a no sé qué sitio que ha decidido él, estoy en silencio sin hablar con el cabreo en las nubes, llegamos a lo que parece una pizzería, bueno por lo menos me va a gustar el sitio. 

   Me saca y me arrastra hacia una mesa que parece reservada a su nombre, me encuentro sentada refunfuñando mientras él pide algo para beber.

-Bueno te he dejado todo el camino para que pienses, asimiles y cooperes conmigo para tener una buena noche- esa voz no me va a manipular, aunque parezca sacada de algún libro- Si ese no va a ser el caso te puedo decir que soy muy terco y que no pienso moverme de aquí hasta conseguir lo que quiero -me quedo en silencio- Llevo unas esposas en el coche, no me hagas sacarlas.

   Lo miro de arriba abajo, recorriendo cada parte para analizarlo, lleva un conjunto informal algo de lo que no me hubiera imaginado al ser tan serio. El que lo viera diría que lo he sacado de algún libro donde es el mafioso, mujeriego, fuckboy, ... Pero él es un hombre terco, orgulloso y mujeriego que no va a conseguir lo que quiere lo tiene complicado conmigo.

   Quiere jugar, pues juguemos

-Vale, si con esas tenemos te voy a hacer lo mismo que tú me has hecho- voy acercándome lentamente de una manera seductora, algo que le atrae por el efecto que estoy causándole- nombre completo, lugar de nacimiento, edad, lugar donde vives ahora, historial médico, ...

Mi propia muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora