Capítulo 16

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Jenifer

Me duele todo, y cuando digo todo es todo. Tanto psicológicamente como físicamente.

El que Jack me haya hecho daño me cuestiona la duda de qué poder puede llegar a tener el documento y la información, lo valioso que puede llegar a ser quien porte de dicha información y a qué precio puede querer tenerla Jack. Es verdad que desde un punto al chaval sentía miedo y curiosidad por saberlo, y creo que tanto él como el jefe quieren comprender algo que pasa dentro de ellos; Jack por otra parte transmite tanto poder y autoridad que tiene que estar comiéndose la cabeza para tener el control sin saber que el jefe tiene planes que te influyen.

Ya no hay vuelta atrás, te metiste en el juego y toca jugar

Si Jack quiere a la chica cabreada y fría, la tendrá sin ningún control

¡Así se dice!

Pero no voy a dejar que me hunda, si me tengo que alejar para ser feliz lo hare

Primero tú y después los demás

Volviendo a lo que había pasado en el comedor, me encuentro con Jack curándome las heridas y me estoy cabreando de lo frustrante que es no poder saber lo que está sintiendo- Me vas a decir lo que sientes o es que no sabes hacerlo

Sonríe con la típica sonrisa arrogante- No tengo porque darte explicaciones, y vístete que nos vamos a ir.

Salto del poyete para encararlo, no pienso dejar ahora que se salga con la suya, estoy que exploto y quiero explotar para echarle todas las cosas encara.

- ¡No, ahora vas a ser tú el que me va a escuchar a mí! No pienso tolerar que me trates, así como si fuera una mierda, Tú no eres quien para decirme con quien puedo juntarme o lo que puedo hacer. ¡¿Quieres tener el control con normas?! Bien yo también voy a poner las mías: 1. no soy tu muñequita que te va a tolerar los ataques de cabreo, 2. voy a hacer lo que me salga del coño y 3. voy a respetar la privacidad de los dos a la vez que esto se base en una confianza, sino hay nada de eso, por muy enamorada que esté de la bestia me largo y te aseguro que TÚ no vas a conseguir nada para conquistarme. No me busques las cosquillas que te arrepentirás.

Roja como un tomate del cabreo que llevo en mi cuerpo, se queda parado en un trance hasta que se va acercando lentamente hasta colocarse en frente de mí. Es más que notario la altura, pero no va a conseguir intimidarme, ya no.

Y.., me besa. ¡Me está besando después de decirle todo lo que le he dicho! Este es un masoquista de mierda. Lo empujo con todas las fuerzas que tengo para no caer en su cuento – Pero, ¡que te pasa! Encima de decirte todo tú vas y no me dices nada. ¡donde está el tío que hace un momento me estampó contra la pared para hacerme daño!

-Ese mismo tío acaba de tener una erección de mil demonios de ver como su chica ha tenido los huevos de plantarme cara y no ser todo ñoñerías en una relación, y menos en una que tienes con dos personas diferentes.

Qué coño

- En qué momento me estas enseñando lecciones de como tener una relación

-En el momento correcto, anda ve vístete que nos vamos a ir, no te lo vuelvo a repetir. A no ser que quieres que te acorrale otra vez contra la pared y te haga gemir mi nombre

-A ti que coño te pasa, ¡NO VOY A IR A NINGÚN LADO AHORA MISMO CONTIGO!

-Pues te llevaré a la fuerza, no tengo problema, pesas como una pluma.

Yo a este lo mato

-Mira sabes que, tienes toda la razón. Voy a vestirme para irme de este circo de mierda que estás montando, así que una pregunta –su silencio me da a entender que le he dejado sin sentido- oye bestia, ¿el chaval me puede escuchar si no lo dejas salir? Creo que si.

Mi propia muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora