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– Bueno, Porco, Hitch y yo ya terminamos - Adelheid dijo sin titubeo alguno

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– Bueno, Porco, Hitch y yo ya terminamos - Adelheid dijo sin titubeo alguno. Le arrebaté la camisa a Eren de las manos – Esto es la vida real y nosotros no somos amigos. Si le tengo que decir al profesor que no hiciste nada lo haré.

Adelheid Bohm.
Entra al cuarto.
Y cierra la puerta.

Eren y Mikasa se miraron entre ellos y se disculparon culpables. La seriedad de Adelheid no tenia precedentes. Le hice caso a su mensaje de Instagram y regresé a mi habitación.

– Termina en paz tu parte, no tienes que afanarte - Adelheid dijo entonces dándose cuenta de que había acogido su sugerencia.

– Yo tengo que irme - Porco dijo – Gracias por la ayuda Adelheid.

– Yo también - Hitch dijo – Adiós Adel.

– ...Adios - Dijo la pelinegra – ...Purrr.

– ¡Si, esa es mi chica! -

Solo éramos yo y Adelheid en la llamada.

Y ambos estábamos sin camisa.

– ¿Necesitas ayuda en algo? - Me preguntó entonces, acomodándose en su lugar.

– Con las fuentes - Le dije y ella empezó a teclear.

– Tengo memorizado el formato de citación MLA, ¿Sabes? - Dijo como si coqueteara, pero no lo hacia.

– Gracias - Dije con honestidad.

– Voy a quedarme aquí otro rato por si necesitas mi ayuda - Dijo ella y procedió a ignorarme totalmente para ver su celular. Me puse a escribir como loco sobre el proyecto y no fue hasta que abrí la ventana de la llamada mucho tiempo después que me di cuenta de que Adelheid se había quedado dormida. Me quedé un momento sin saber que hacer y cuando me decidí a decir algo para despertarla pareció girarse. Su computador cayó redondo al suelo y pude escuchar la respiración de la chica subir del susto que el sonido le dio. En los pocos segundos antes de que recogiera el computador, pude ver un instrumento que parecía sacado casi de un cuento de mitología. Un arpa que probablemente era solo tocada por los dioses. Pero casi al instante la chica se levantó y recogió el computador, que enfocó sin causa alguna su pecho desde un ángulo que solo podría conseguirse si yo estuviera acostado y ella sentada encima de mí.

LOVE OF THE DESIRED | arminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora