IV | 056

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– Hola - Annie y Axej me saludaron y yo saludé de vuelta

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– Hola - Annie y Axej me saludaron y yo saludé de vuelta.

Entramos en el apartamento y de inmediato les pregunté donde estaba el gato.

– En el cuarto de Heidi - Annie respondió y vi la puerta cerrada.

Nos sentamos en la sala y vi que ambos ya habían preparado comida para la pelicula.

– ¿Por que no van al cine simplemente? - Les pregunté y Axej me miró como diciéndome algo por la semana.

– Vamos por las bebidas a la nevera - El chico me dio un codazo y lo miré extrañado. Ambos nos levantamos para ir a la cocina y cuando llegamos, el habló de nuevo – No quiero dejarla sola.

Asentí y pretendimos regresar con las sodas. Los tres nos sentamos en el sillón a ver la dichosa pelicula hasta que oímos una puerta abrirse.

Con pasos que temblaban Adelheid salió de su cuarto con una botella en mano. Todavía tenía el vestido que había usado para salir con su mamá puesto. Estaba descalza pero fuera de eso, se veía igual que como en la mañana. El gato la siguió de cerca.

La vimos caminando a la cocina y pareció no notarnos en lo absoluto. Regresó con un vaso de agua y se sentó en el comedor, conectando su teléfono al stereo de la casa y subiéndole el volumen al máximo.

–At least don't cry - Canto con energia, gritando. Se levanto y se puso de pie con la botella en la mano.

Los tres nos quedamos en silencio. Viéndonos entre nosotros con preocupación mientras cantaba con los Guns N' Roses de fondo. Pretendía que la botella era su micrófono.

Caminó en una linea curva como un borracho de una película y durante el solo de la guitarra entró en la sala, pretendiendo tocar una guitarra de aire durante el solo de Slash. Le mandó un beso a Axej que el pretendido atrapar con la mano y que le devolvió soplando. Adelheid entonces le dio otro sorbo largo a la botella y soltó una risita.

– Don't you ever cry! - Canto con energia, como no solia hacerlo frente a personas porque le daba pena. Mientras ella pretendía tocar la guitarra, nuestros ojos se encontraron por unos segundos; su expresión cambio de inmediato a una de arrepentimiento y se quedó quieta.

LOVE OF THE DESIRED | arminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora