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– Si, el ensayo de producción - Porco asintió – Voy a estar haciendo el mío

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– Si, el ensayo de producción - Porco asintió – Voy a estar haciendo el mío.

– Yo tambien -

– Pidele ayuda a Delie - Hitch me dijo señalando a la pelinegra sentada unas filas más abajo de nosotros.

Y asi fue como terminé sentandome a su lado.

– ¿Que necesitas? - Me preguntó sin levantar la mirada de su computador, acomodandose los lentes sobre el puente de la nariz, tecleando rápidamente.

– ¿Estás ocupada? - Le pregunté entonces. Ella cerró la pantalla de su computador de un solo manotazo y se puso las gafas en la cabeza como una diadema.

– Lo estaba - Dijo con su aura seria.

– ¿Que hacías? -

– El ensayo de producción - Dijo ella revisando la hora en su celular – 2053 palabras, dos horas y media con distracciones de por medio.

– ¿Ya acabaste el ensayo? - Dije viendo como guardaba el dispositivo – ¿Tan rápido?

– La información que necesito converge en mi cabeza. Déjame adivinar - Dijo guardando los lentes en un estuche – Quieres que te ayude a hacer el ensayo y no sabes como pedirlo.

– ¿Fui muy obvio? -

– No en realidad - Ella se levantó y yo también, caminamos hasta la puerta y ella se detuvo antes de salir, sacando un bálsamo labial de su bolsillo y pasándolo por sus labios hasta que quedaron brillantes, cuando estuvo satisfecha lo guardó y puso una mano sobre mi hombro, acercándose a mi – Lamento rechazar. Estoy ocupada con otras cosas.

– No hay problema - Dije viéndola fijamente.

– Buena suerte sin embargo -

Ella salió en dirección al teatro para ensayar la obra y yo caminé a casa como solía hacerlo cuando ella no me llevaba. Me puse a pensar lo buena que era actuando pero como de todas formas no estaba conforme y de hecho la habían obligado.

Regresé al apartamento y después de almorzar, volví a las clases que me quedaban. Aunque Adelheid no pudiera ayudarme, todavía contaba con la ayuda de Eros, que era literalmente la persona más inteligente que conocía, asi que no me preocupé mucho y cuando fue hora de ir a casa, me tranquilicé.

LOVE OF THE DESIRED | arminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora