dos

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 Cuando te preguntas "¿por qué?" y no hay respuesta, no hay paz. Te sentís caer al vacío, no hay pregunta que duela más que "¿por qué?"

Y necesitamos entender eso que nos inquieta, perturba, nos genera ansiedad. No entender nos enmudece. 

Habrá que aceptar lo que no tiene explicación, eso que ocurre sin que sepamos porqué. Ese absurdo que amarga nuestra existencia, eso que nos deja en soledad, preguntándonos una y otra vez; ¿por qué? ¿por qué?

Ese sin sentido que vuelve nuestra vida irreal, ese porqué que necesita una respuesta urgente, esos porqués que desesperan. 

Quizás se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación. O sí.

Casi Ángeles. T4 C18.  Sin explicación.

capítulo dos

Luego de lo que pasó con Fiorella y la discusión que tuvo con Harry, Draco ya no creería necesario mantener el pacto de no molestarlo. Necesitaba llamar su atención, necesitaba que lo mirase, que le hablase, así sea sólo para insultarlo. 

Draco era un chico al que jamás le había faltado algo alguna vez, siempre había conseguido todo lo que quería, aunque a decir verdad, nada de todo lo que había conseguido desde que tenía uso de razón, había sido por méritos propios. Pero cuando conoció a Harry, todo cambió, para ambos.

Malfoy tenía una vida muy materialista pero no tenía a nadie con quien compartir todas esas cosas. Y Potter, nunca había tenido nada para compartir, pero tampoco con quien. 

Eran como el complemento perfecto; el roto para el descosido. 

Con Harry tenía ganas de compartir todo lo que era suyo. Al principio fue por puro interés, pero al poco tiempo, Draco se dio cuenta lo lindo que era ser amigo de alguien. Pese a que esa amistad tenía una meta para el señor Malfoy, no fue así para el niño. 

Draco le daba todo lo que tenía y Harry por primera vez en sus ocho años, tenía ropa linda y acorde a su tamaño. En la casa de los Malfoy, frente al 4 de Privet Drive, lo trataban mejor que en su propia casa, y dejó de recibir castigos donde lo tenían encerrado por tres días sin comida porque una vez, Lucius Malfoy se cruzó, y aunque nunca supieron qué fue lo que les dijo a los tíos de Harry, nunca más lo volvieron a castigar de esa forma. 

Harry supo lo que era la felicidad y la paz el tiempo que los Malfoy vivieron al frente de su casa, pero ya no lo sabía. 

—¿Así que haz vuelto con Fiorella, eh? Te quedan lindos los cuernos. 

Harry se rio, pero se notaba que la bronca le crecía por dentro. 

—¿Sabes qué me dijo ella? Que desde que estuvo contigo, sólo puede pensar en mí. 

—Y sí, por sentirse culpable. 

—Le causaste mucho asco. 

—¿Ah sí? —alzó las cejas —Es muy buena actriz, entonces, porque no dejaba de gemir mi nombre. ¿Quieres saber cómo lo hacía?

Harry corrió hasta Draco, quien llegó a tomarlo de los antebrazos para detenerlo. 

—¿Qué? ¿Vas a pegarme de nuevo, Potter? —preguntó, sin poder evitar acercar su rostro al de anteojos. 

—¿Peleando? —preguntó Snape, detrás de Harry, Draco lo soltó —Diez puntos menos para Gryffindor. 

—Pero profesor... 

Por siempre y jamás | DrarryWhere stories live. Discover now