Mariana a trabajado para el mujeriego de Yolo durante 6 años, la unica forma que encontró para conservar su empleo y no caer en las garras del CEO fue hacerse pasar por el patio feo.
Yolo necesita casarse para no perder la empresa que le fue heredad...
Yolo:¡Cállate! -molesto lo mira y le dice- dame tu celular -extiende su mano-.
Panda: ¿y el mío por qué?
Yolo: ¿Crees que no lo iba a pensar? Dame tu maldito celular ya
Panda: bien aquí esta.
Narra Yolo:
Tomo su celular y abrí la galería de fotos y miro todas las fotos que Panda le había tomando a Mariana mientras que ella se probaba la ropa que compro, con una sonrisa interna miro cada una de las fotos para luego enviarlas a mi celular y borrarlas del celular de Panda.
Panda: ¡Ey! ¿Por que las eliminaste si son mis fotos? -pregunto serio-.
Yolo: no te permito tener fotos de mi esposa.
Panda: ¡Vaya! -sonrisa burlona- ¿Como dijiste? ¡Esposa! No te veo habla del de tu negocio o ahora sera esposa?
Yolo: me voy payaso -se marchó-.
Yolo se marchó a su casa con un mar de pensamientos y no podía dejar de pensar en su bella esposa la cual ni podía seducir, no podía tocar no pondría llevársela a su cama como cualquier otra mujer que le provocará. Y el hecho de tener esas fotos mostrando lo hermosa que es no era lo que le ayudará.
Narra Yolo:
Como es que yo siempre vi todos los días a una mujer ordinaria sentada a tan solo unos pasos míos, que nunca logro llamar mi atención.
Recuerdos de la oficina:
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Ya en casa de Yolo:
Yolo: es que simplemente no hay justificación alguna para tal engaño, no la hay, no la hay -habla solo mientras tomaba un trago y seguía sumergido en un mar de pensamientos-.
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