Mariana a trabajado para el mujeriego de Yolo durante 6 años, la unica forma que encontró para conservar su empleo y no caer en las garras del CEO fue hacerse pasar por el patio feo.
Yolo necesita casarse para no perder la empresa que le fue heredad...
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Yolo: Tengo que revisar unos pendientes, iré a mi despacho.
Mariana: Bien, prepararé algo ligero...
Yolo: No tengo hambre, ahora si quieres algo para ti sola.
Mariana: ummm
Transcurrió el tiempo y Yolo seguía encerrado en su despacho poniéndose al día con unos papeles pendientes...
Yolo: Bueno ya solo termino de leer esto y termino... -dice pero escucha sonar su celular-.
Yolo enciende el teléfono y tenia un mensaje de su esposa la cual estaba en la otra habitación... Cuando abrió el mensaje se dio cuenta que era una foto de su amada tocándose. En la descripción de esta decía "Y bien ¿Mi esposo se puede acerca a la habitación? Quiero jugar un ratito 🥵"
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<<Imaginen que es Mariana>>
Yolo: -casi se le salen los ojos- ¿¡Que es esto!? -sale corriendo hacia la habitación donde se encuentra Mariana-.
Mariana: Jaja te tardaste un minuto...
Yolo: Pues recuperemos el tiempo perdidó.
Se quita la camisa
Yolo: Tu eres bien terrible, con lo que me había costado concentrarme en mis pendientes de la oficina.
Mariana: ¿Quieres que pare y te deje trabajar? -dijo con voz juguetona-.
Yolo: El tiempo páralo porque es que de aquí no sales hasta la semana que viene.
Su vida era la de una pareja norma, llena de mucha pasión, deseó, amor. Yolo se dedicó a trabajar y después del trabajo a llenar a su esposa de mimos y más.
Pasaron 7 meses para ser exactos y una visita muy inesperada llega a desestabilizar todo.
Mariana actualmente se encontraba en su amando viñedo en el cual cada vez era mas productivo.
